lunes, 18 de febrero de 2019

Todo lo sólido se desvanece en el aire (II)

Esta es la segunda parte del resumen online de “Alienación y aceleración” de Hartmut Rosa. La primera era esta. El punto anterior quedó en “los horizontes y patrones de tiempo de la formación de una voluntad democrática deliberativa y las esferas tecnológica, científica, económica y cultural marchan en direcciones opuestas”. Es decir, que cuanto más rápido avanzan el conjunto de esferas económica, tecnológica, digital, online, etc…, más tiempo se requiere para sustentar democracias de carácter verdaderamente deliberativo. Pero no lo hay. De ahí que no sea casual que estrellas mediáticas como Arnold Schwarzenegger, Nicolás Sarkozy o Silvio Berlusconi, hayan triunfado en política, no por la fuerza de sus argumentos, sino por la fuerza de sus consejos mediáticos o de la mera fabricación de opinión pública. La velocidad nos ha conducido a la volatilidad. Las posturas de por vida han desparecido, y con ello el tradicional significado entre izquierda y derecha. Incluso no es infrecuente cambiar de religión. Y en esferas más personales, apenas nace un bebé, sus padres se vuelven paranoicos con la posibilidad de que pueda ser demasiado “lento”. La aceleración es una forma de totalitarismo según el autor porque; – Ejerce presión sobre la voluntad y las acciones de los sujetos – Es un poder ineludible, todos los sujetos se ven afectados por ella – Es omnipresente, su influencia no se limita a una u otra área de la vida social sino a todos sus aspectos – Es difícil o casi imposible criticarla y luchar contra ella A continuación entrecomillo un párrafo entero por la gran incorrección política que encierra: “Con toda seguridad llamaríamos totalitario a un régimen que hace que sus súbditos se despierten por las noches con un terrible temor y un peso sobre el pecho, esperando su inmediata desaparición con los corazones alterados y la frente cubierta de sudor. Podemos estar […]

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