viernes, 30 de abril de 2021

“Es un milagro que tengas un Ministro de Economía que mal que bien pone una cuota de racionalidad”

El economista asegura que no “hay lugar para un cierre generalizado”. El impacto del aumento de precios, el dólar que viene y por qué a nivel internacional hay un viento favorable para el país.

a razonabilidad de cerrar es fácil de encontrar. Pero es difícil encontrar la razonabilidad para salir”, dispara Martín Tetaz. El economista participó de la tercera edición del Forbes Money Summit en una charla virtual con Alex Milberg y ahondó en el margen de acción que tiene el Gobierno para no quebrar la economía en el contexto de pandemia. “No quisiera estar en los zapatos del presidente”, disparó.

Además, el economista habló del dólar y la inflación. Consideró que “el Gobierno debería darse por satisfecho con una inflación de 45%” y que “seguro habrá un proceso de dolarización previo a las elecciones”.

En este contexto tan cambiante y volátil, ¿cómo ves el corto plazo para la Argentina? 

Hay bastante más estabilidad internacional. Por primera vez, se combina el crecimiento de la producción en Europa y en Estados Unidos. Hacía tiempo que no pasaba. También hay recuperación de los mercados. Es cierto que la segunda ola está pegando en emergentes mucho más fuerte, como en la India y en América latina. Creo que el mundo está dividido: hoy los países desarrollados parecen haber encontrado el equilibrio y están en un esquema donde crece la producción, el consumo, la apertura y los mercados. El esquema internacional es bastante bueno para la Argentina. Se combina además con el dato favorable de la soja: China se recupera muy fuerte y demandando mucha soja. La cosecha de Brasil que no camina, por cuestiones climáticas. Y la soja en niveles que no tenía desde 2014. Son casi US$ 12.000 millones para la economía argentina, aún contando que la cosecha será 20% menor que la del año pasado. Osea que el problema cambiario parece estar resuelto, al menos de acá hasta las elecciones. Quedará lugar para movimientos en el mercado del dólar informal, pero la incertidumbre más grande es qué nos pasa con la pandemia localmente. ¿Hasta qué punto tenemos que cerrar la economía de vuelta? Los datos de producción indican que la economía cayó en febrero y en marzo, antes de las nuevas restricciones. Y los primeros días de abril también hubo una caída en la demanda de energía, una contracción en la demanda de saldos monetarios para transacciones. Todo parece indicar que hubo un efecto precautorio. Es como que empresarios dijeron: paremos de producir, no nos stockemos. Y los consumidores dijeron: paremos de consumir porque quizás viene otro encierro. Toda la incertidumbre genera un frenazo muy importante y es lo que más me preocupa.

El dueño de Criba, Santiago Tarasido, dijo en la última tapa de Forbes que “la economía no resiste otro cierre”. Pero ante un nuevo cierre, el Estado no parece tener los mismos recursos que en 2020. Ante un cierre, ¿qué viene? ¿O creés en cierres más cortos para volver a abrir pronto? 

El problema ya lo vimos el año pasado: la razonabilidad de cerrar es fácil de encontrar. Pero es difícil encontrar la razonabilidad para salir. Tomemos como ejemplo lo que pasó con la Ciudad de Buenos Aires y Provincia respecto a las escuelas en los últimos 15 días. No hay ninguna duda que los números 15 días después iban a estar peor, aún cuando tu medida tuviera algún efecto tarda más de 15 días en hacerse notar en los números. Con lo cual, a los 15 días, te encontrás con la obligación de tener que mantener o endurecer los controles. Es relativamente más fácil entrar en un cierre generalizado pero después es más difícil encontrar un argumento para salir.

¿El plan para el día 16 es lo que no se ve?

No soy experto, pero los epidemiólogos parecen decirnos que esto llegó para quedarse.  Que no es un pico transitorio. Da la sensación de que acá cambió el clima, la gente se empieza a encerrar y hay factores comportamentales que son propicios a que empiecen a aparecer más contagios. El propio Ministro de Economía le dijo al presidente que no está la economía para otro cierre. Si me apurás un poco, creo que la decisión de cerrar las escuelas en parte es una reacción del presidente y del Gobernador de la Provincia ante la imposibilidad de cerrar otras cosas.

Decís que el Gobierno cierra escuelas en AMBA ante la imposibilidad de cerrar lo demás. Ahora, a pocos días del vencimiento del último DNU, ¿cómo imaginás el panorama si no se puede cerrar? 

Creo que tenemos a favor que la campaña de vacunación, sobre todo en mayores de 60 años, avanza. Quizás no con la velocidad y la cobertura que a uno le gustaría, pero avanza. Y hay datos que muestran que las curvas de letalidad en personas de 70 y 80 años baja, y eso es muy importante. Al mismo tiempo, se está enfermando más gente más joven que normalmente en menos propensa a necesitar una cama, pero así y todo el sistema está al borde de una aparente saturación. Hay un desafío importante de gestión. Pero no veo lugar para hacer un cierre masivo, salvo que sea estrictamente por un tiempo tan corto que no obligue al Gobierno a tener que pagar un IFE. Porque ahí el Gobierno tiene un problema sanitario que le genera un explosión económica, en la previa de una elección. Dos variables a las que el Gobierno tiene que cuidar para la elección son la inflación y el dólar. Si pierde el control de eso en la previa de las elecciones, el Gobierno está en un equilibrio delicado.

Con la situación favorable de la soja, el acuerdo con el FMI que se pospone, ¿el Gobierno no tiene margen para pagar uno, dos o tres IFEs para pasar un escenario crítico? 

La inflación se aceleró en los últimos tres meses del año pasado y sigue arriba. Los datos que tenemos para abril son que estará alrededor de 4%, esencialmente por $ 2 billones que emitió el Gobierno para paliar el paquete COVID el año pasado. Buena parte de ese efecto monetario ya se licuó con la propia inflación. Entonces hoy monetariamente no hay una presión tan grande pero también es cierto que hay un proceso de remarcación y de expectativas de inflación sobre cuál llamó la atención el propio Ministro de Economía y es correcto. Requiere convalidación monetaria y el problema es que si empieza la maquinita de vuelta va a encontrar esa convalidación monetaria. Es muy difícil que vos bajes de una inflación de 4% mensual si pones otro paquete COVID otros $ 100.000 millones de emisión en la calle. Es cierto que el gobierno tiene mucho más controlado el tipo de cambio paralelo y legal. Es difícil que se puedan mover pero no está exento de tener un episodio como el de octubre del año pasado. En ese momento, de golpe se cayeron los depósitos a plazo fijo. O sea ya no es un problema de la demanda transaccional de dinero o de que sobran pesos en economía. De golpe, lo que estaba en plazo fijo, en reserva de valor en pesos confiando en la tasa, se te fueron en una semana $ 125.000 millones al dólar y tocó los $ 195. Todos vimos el episodio, el Gobierno se asustó y giró a la ortodoxia los últimos meses del año. De hecho, viene muy bien los primeros meses del año en emisión. Solamente tuvo que emitir $ 150.000 millones en lo que va del año, poco para los niveles de emisión de 2020. Pero como es difícil salir de estos esquemas, que no es que con 14 días de cuarentena estricta lo solucionás y aflojan las terapias intensivas, es un escenario complejo. No quisiera estar en los zapatos del presidente. Es complejo y no hay demasiado espacio para emitir mucho.

¿El gran problema sería un nuevo salto entre el oficial y el blue por ejemplo? 

Entre el oficial, el blue y los otros paralelos. Los otros van a estar contenidos porque el Gobierno puede intervenir. En el blue es más difícil. El problema del blue es cuando la gente masivamente abandona el plazo fijo. Eso lo vimos en octubre y después se estabilizó. Hoy los plazos fijos están bien, están creciendo nominalmente un poco por encima de la inflación. Está planchado el dólar oficial, entran dólares del campo, y la expectativa es que no va a haber una devaluación. Eso consolida la demanda de pesos. A pesar de que la tasa es negativa y paga menos que la inflación la gente se queda en presos. Todavía. Pero no lo tentemos, porque es un año electoral y en algún momento se van a dolarizar. Pasa siempre en la previa de elecciones. Si vos le facilitás la búsqueda y le generás una excusa más, estás jugando con fuego. Trataría de no jugar con eso.

En la edición de marzo, Eduardo Costantini comentaba que nunca estuvo tan barata Argentina el tema es que nadie quiere invertir…

Coincido. Lo digo hace un tiempo, desde que el dólar paralelo estaba $ 170 y dije que era un dólar de pánico. ¿Por qué? porque convertía un almuerzo en Buenos Aires versus el mismo almuerzo en Santiago de Chile, San Pablo y ni hablar en Montevideo que está carísimo y te daba regalado al dólar paralelo. Incluso al dólar de $ 140 te sigue dando regalado Argentina. Es cierto que al dólar de $ 95 estamos un poco caros. El dólar de equilibrio no es el $ 140 ni el de $ 95. Pero más cerca de 100 que de $ 150. El dólar paralelo a $ 150 se explica por una cuota de pánico. Los 150 de hoy están al nivel de el $ 4 a US$ 1 de salida de la convertibilidad en julio de 2002, cuando el tipo de cambio era excesivamente algo y todos venían a comprar. Si no fuera por el COVID tendríamos una horda de brasileños y chilenos entrando a comprar celulares.

¿Qué inflación comprás para 2021? ¿Con cuál salís hecho en este contexto? 

Los 29 puntos de Martín Guzmán no están en la cabeza de nadie. Creo que si logra un 45% para 2021 tendría que darse por satisfecho. Vienen muy acelerados los precios. Acumulamos cuatro meses al hilo con 4% o más, y es 60% anualizado. Quizás un cierre de la economía puede frenar el proceso inflacionario pero no lo sabemos. Yo hoy firmo un 45% como un buen número para el Gobierno, al ritmo que viene.

Compartís la ciudad de La Plata y el club con Guzmán, si tomamos el inicio de la gestión con los acreedores como punto de partida, ¿qué puntaje le das?

Le doy un cinco, más cerca del cuatro que del cinco. Porque lo conozco, sé cómo piensa y creo que es la reserva de racionalidad que tiene el Gobierno. Entiende los grandes problemas de la economía argentina. Tengo mucha confianza en la persona de Martín Guzmán. Ahora, la gestión no es el pizarrón de la facultad. En la realidad la política talla mucho. Y Guzmán tiene que hacer equilibrio entre gente que quería expropiar Vicentin a principios de año, aumentar las retenciones a las exportaciones y poner un control a las exportaciones, gente que quiere poner etiquetas a los precios de los productos que tienen que cobrar los comerciantes, o gente que plantea salir con una fuerza parapolicial a controlar los precios de los comercios. Es un milagro que tengas un Ministro de Economía que mal que bien pone una cuota de racionalidad. Ahora si no lo conociese, mirando solo los números, lo desaprobaba. Porque el canje de deuda no lo resolvió y tiene corriendo la inflación arriba de 4% mensual. Está jugando en una economía complicada.

 

Alex Milberg para FORBES ar



jueves, 29 de abril de 2021

COVID en el mundo. México

Hoy publicamos la quinta entrada de la serie sobre el impacto de la pandemia en diferentes países. El objetivo de esta serie es dar a conocer la situación objetiva y subjetiva de la pandemia (gestión, incidencia, retos, etc…) en otros lugares, para poder sacar lecciones sobre los elementos que se pueden/deben mejorar en la gestión [leer más ...]

Nada será igual: Capítulo Uno

Capítulo Uno: La gran disrupción

 

Un poderoso químico penetra en sus venas. Las recorre con furia hasta llegar al cerebro. Rober Fisher, el hijo de un magnate de la energía que acaba de morir, aterriza en las tierras de Morfeo, en uno de esos sueños tan reales y profundos que cuesta distinguirlos de la realidad.

Dicen que el secreto para darse cuenta de si uno está soñando es pensar en cómo llegamos a ese lugar. En las creaciones oníricas no existe la solución de continuidad; de pronto aparecemos en medio de una escena barajada por una mezcla de recuerdos, proyecciones y miedos, que comparten con el Big Bang la carencia de un pasado.

La lluvia corre torrentosa por una calle de un distrito financiero que podría ser el de Londres, si no fuera porque los taxis tienen el volante a la izquierda. El heredero muerde el anzuelo, detiene el taxi y termina siendo secuestrado por una banda que no pide rescates; roba ideas. El extractor personificado por Leo DiCaprio sube al empresario a una camioneta y lo mete en un segundo nivel de somnolencia; un sueño dentro de un sueño.

El objetivo es ganar tiempo que, como es sabido, corre más lento en la vida paralela que dibuja el inconsciente, dando la sensación de que han pasado horas, cuando en realidad la actividad neuronal asociada se reduce al espacio de los minutos. Lo que Fisher no sabe es que ese reloj se ralentiza aún más en el subsueño, dándole a Cobb el tiempo suficiente no ya para sacar una idea de la mente de la víctima, sino para implantarle un recuerdo nuevo, que cambie su pensamiento y lo lleve a dividir su conglomerado de empresas.

El guion de El origen le llevó ocho años a Christopher Nolan y, aunque no hay modo de saberlo a ciencia cierta, resulta plausible la conjetura de que este filme sea en realidad una metáfora del psicoanálisis.

Hasta acá todo puede parecer un delirio de la ciencia ficción. Sin embargo, los neurocientíficos del MIT Steve Ramírez y Xu Liu publicaron un artículo en la revista Science demostrando cómo le implantaron un falso recuerdo en el cerebro de un ratón, utilizando una técnica de estimulación optogenética.

Si resulta tecnológicamente posible sembrar en la memoria episódica un recuerdo de una cosa que no pasó, entonces no estamos tan lejos de la ciencia ficción en la que Leo DiCaprio le implantaba a Fisher una idea disruptiva que lo motivaba a cambiar su comportamiento. ¿Sería factible entonces que podamos “cargar” en nuestro cerebro experiencias completas de cosas que nunca ocurrieron? ¿O borrar recuerdos traumáticos? ¿Cuánto falta para que el negocio de las agencias de viajes tenga que competir con los supermercados de memorias? Después de todo, si usted tuviera que elegir entre dos semanas en el Caribe, perdiendo la memoria del viaje al regreso, o una sola semana, pero conservando intacta la memoria, ¿con cuál se quedaría? ¿De veras no recuerda que pasó una Navidad en Nueva York?

Permítame doblar la apuesta. Si pudiéramos decodificar el conjunto de conexiones neuronales que permite almacenar un concepto, una fórmula, un conocimiento particular, ¿seríamos Wikipedia?

Aun si eso no fuera posible, hace veinticinco años para averiguar un dato había que caminar hasta la biblioteca, pedir un libro, buscar en el índice y sumergirse en la lectura. Hoy solo necesitamos un par de segundos para googlear en nuestro celular. ¿Cuánto falta para que perfeccionemos un poco más la interfaz de manera tal que no sepamos distinguir si el conocimiento de que Luanda es la capital de Angol provino de un lugar recóndito de la memoria o del Google conectado a nuestro cerebro?

¿Qué pasaría con la educación si pudiéramos comprar memorias de clases o tener un acceso instantáneo a cualquier fuente de saber?

Los escépticos recordarán que en La memoria de Shakespeare – libro de Borges compuesto por cuatro cuentos -, Hermann Soerger acepta recibir la memoria del autor, y aun así el personaje de Borges no logra ser Shakespeare. Por analogía, es razonable pensar que incluso con un Aleph a través del cual fuera posible inspeccionar todas las memorias del mundo, no seríamos Google.

Pero la ciencia del futuro no se queda en cosas tan pequeñas como convertir a Google en un apéndice de nuestra memoria. En Palo Alto, California, un conjunto de científicos de frontera están pensando cómo será la vida cuando llegue la singularidad; el momento del tiempo en el que la inteligencia artificial supera a la humana. Según el historiador Yuval Harari, el homo sapiens llegaría a su fin, entregando la posta al homo deus.

Las implicancias de semejante avance son tan controvertidas como extraordinariamente disruptivas para la vida tal y como la conocemos. Si los científicos que trabajan en esta frontera están en lo cierto y la conciencia puede ser descargada en una computadora, pues no será necesario el torpe y fallido hardware de carne y hueso que la soporta, permitiendo que “las personas” viajen por la tierra y el espacio a través de internet y con la velocidad con que hoy se envía un paquete de datos. Los extraterrestres no tendrán cara de marcianos; serán flujos de información.

Más aún; si cada uno de los recuerdo y características psíquicas que nos constituyen se puede resumir a un conjunto de conexiones sinápticas que pueden ser copiadas en un disco rígido, pues podríamos declarar la muerte… de la muerte.

Por supuesto, hasta el momento las hipótesis de esta universidad futurista son más bien un puñado de relatos de ciencia ficción informada; una posibilidad entre tantas bifurcaciones factibles del futuro. Aunque también es cierto que muchas de las tareas que dan sustento a los hogares hoy están siendo automatizadas por robots de inteligencia artificial, que las impresoras 3D pueden fabricar caseramente la mayoría de los productos industriales, y que los algoritmos están uberizando las viejas formas de intermediación, desde el transporte hasta los servicios financieros, pasando por los medios de comunicación y los comercios. La disrupción ya está ocurriendo y, por ejemplo, Elon Musk, el creador de los autos autónomos que se manejan solos, ahora se diversificó y esta mejorando las interfaces entre el cerebro y las computadoras, creando un link (Neuralink) que graba las activaciones neuronales que se producen cuando gente discapacitada, sin movilidad, piensa en tocar un botón o mover un mouse, para que pronto puedan controlar dispositivos con el pensamiento.

Al mismo tiempo, emerge casi con tanta fuerza como el entusiasmo por las oportunidades de la ciencia un escepticismo de muchos tecnólogos que piensan que las oportunidades que brindará el futuro cercano están sobreestimadas y que, en todo caso, asistiremos a la convivencia de desarrollos extraordinariamente innovadores, con la persistencia de tradiciones y pautas culturales, dando lugar a una especie de sociedad de sistemas de producción y consumo solapados con una tremenda desigualdad en materia de velocidades de desarrollo tecnológico.

Es plausible plantear que la singularidad será, para ponerlo en palabras del diseñador futurista Maurice Conti, el principio de la era de la cognición aumentada.

Aunque muchos autores como Ray Kurzweil, Alejandro Melamed, Sebastián Campanario, y Santiago Bilinkis, por mencionar algunos, han aportado a las especulaciones sobre la velocidad y profundidad que el cambio tecnológico efectivamente producirá, menos se ha buceado en las preguntas de fondo sobre los efectos sociales y económicos de semejante revolución.

Nada será igual. Un viaje a la economía del futuro plantea, en primer lugar, la discontinuidad y ruptura social que el shock tecnológico puede producir, incluso bajo los supuestos más conservadores, y busca contestar luego varias preguntas cuyas respuestas trazarán los contornos de la nueva estructura social.



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miércoles, 28 de abril de 2021

Hiperinflación y Populismos: Alemania 1923

De Gregori Galofré-Vilà Una vez parece que las vacunas para el Covid-19 podrán contener la epidemia en los próximos meses, el debate se mueve hacia cómo retomar el crecimiento económico. Un punto de tensión en el seno de la Unión Europea es la política monetaria y los llamados Coronabonos (títulos de deuda común europea) (aquí, aquí [leer más ...]

martes, 27 de abril de 2021

Cuando la electricidad la pintan de verde

De Natalia Fabra y Gerard Llobet En el pueblo de Porquerizas de la Sierra han descubierto un manantial de agua con propiedades curativas. El manantial vierte sobre el embalse que suministra agua al pueblo, pero sólo aporta la mitad del agua embalsada. Un 25% de los habitantes de Porquerizas están dispuestos a pagar un poco [leer más ...]

lunes, 26 de abril de 2021

Ayudas a la dependencia y uso de los servicios sanitarios, ¿qué nos dicen los datos administrativos?

Helena Hernández-Pizarro, Guillem López Casasnovas, Catia Nicodemo, Manuel Serrano Alarcón. Desde 2007 las personas en situación de dependencia en España pueden solicitar prestaciones de cuidados de larga duración, cuyo principal objetivo es mejorar el cuidado y la calidad de vida de estas personas. Catorce años después la evidencia sobre el impacto de la ley de [leer más ...]

Experimento natural

Una de las principales distinciones entre las ciencias exactas y las sociales es que en el caso de estas últimas resulta muy difícil construir el contra factual; responder a la pregunta “¿Que hubiera pasado si?

En el laboratorio, las hipótesis de la física, de la química, o de la biología pueden ser contrastadas experimentalmente. Incluso las vacunas en el medio de la pandemia son testeadas en masivos experimentos en los que a un porcentaje de los voluntarios se les administra la fórmula y a otros se les proporciona un placebo, construyendo así el grupo de control, o contra factico.

En las ciencias sociales, la única herramienta que permitiría refutar sin lugar a duda cualquier hipótesis sería la maquina del tiempo. El presidente del Banco Central podría entonces subir tranquilo las tasas y ver qué efecto produce en la inflación, el empleo y el nivel del dólar, para después viajar en el tiempo y modificar su política, dejando esta vez las tasas sin cambios. Lo mismo podría hacer el ministro de salud en medio de la pandemia; cuarentena estricta por tres semanas, ver los resultados y tomarse la máquina del tiempo para ensayar otras tres semanas, esta vez sin restricciones y ver qué funciona mejor.

Lamentablemente esa imposibilidad explica por qué buena parte de los analistas que creen ver en los datos la confirmación o refutación de sus ideas, generalmente están equivocados. Muchos piensan, por ejemplo, que haber ido al Fondo Monetario en 2018 fue un error que profundizó la crisis, pero ¿Qué hubiera pasado si se cortaba el financiamiento de manera instantánea y el gobierno se veía forzado no solo a devaluar sino a recortar jubilaciones, planes y salarios públicos, incluidos los de maestros, policías y médicos? ¿Hubiera resistido la presión social, o volado por los aires terminando de manera anticipada su mandato y acelerando una crisis como la del 2001-2002? Imposible saberlo

Lo mismo ocurre con las medidas del gobierno en torno al Covid. En un hecho que creo que no tiene antecedentes, los tres principales ministros le recomendaron que no cierre las escuelas; primero Martín Guzmán le anticipó que la economía no resistiría un nuevo cierre total, luego fue el turno del titular de la cartera educativa, quien incluso le mostró evidencia de que las escuelas no eran focos de contagio y finalmente el mismo día en que Fernández decidió volver a una fase que oscila entre la 2 y la 3, la Ministra de Salud le pidió que las escuelas fueran lo último en cerrar. El presidente no les hizo caso y aunque hay versiones de una renuncia desestimada de Nicolás Trotta, los tres permanecen en sus cargos.

Pero la decisión del gobierno de la ciudad de no acatar el decreto presidencial, amparado en la conveniente presentación de una medida judicial de grupos de padres que “lo obliga” a garantizar la presencialidad, nos ofrece un “experimento natural” que se suma a la apertura escalonada en las distintas jurisdicciones y que es una oportunidad de la que echamos mano en las ciencias sociales para construir los escenarios contra factuales.

Si las escuelas fueran bombas epidemiológicas que aceleraran los contagios en una comunidad deberíamos observar una discrepancia en la secuencia de crecimiento de los casos. La curva de PBA debería mostrar el mismo salto que la de CABA, en alguna fecha cercana a la apertura de sus escuelas, pero dos semanas después de observar el salto en los contagios de CABA). Luego, con el cierre unilateral de la provincia deberíamos ver un despegue entre las curvas, esta vez en favor de PBA.

Nótese que en ninguno de los dos casos es relevante lo que pasa con la sumatoria de los contagios de AMBA, porque estos obedecen a múltiples causas, entre las que se encuentran potencialmente las escuelas. Podría darse el caso de que luego de la apertura de las escuelas los casos bajaran en ambas localidades, porque hubiera un tercer factor que relajara los contagios (el fin de semana santa, el temor de la gente que ahora se cuida mas, el avance de las vacunas, un cambio en la temperatura que modifica los comportamientos sociales, etc). También podría darse el caso, de que a pesar de los cierres, se multipliquen los contagios, por las mismas razones que antes, pero además porque, insisto; no vemos el contra factual: no sabemos si ante la ausencia de medidas los casos no hubieran subido incluso mas (a 40.000 por día, por ejemplo) y si estamos en casi 30.000 casos gracias a las nuevas restricciones.

Por eso es incorrecto el razonamiento del ministro de salud de la provincia, cuando dice que “los casos en la provincia aumentaron 180%” y lo atribuye a la mayor circulación generada por las escuelas

Para complicar las cosas, tampoco observamos el numero de contagios, sino los casos que se testearon y dieron positivo, que es otra cosa distinta. Si las escuelas abiertas multiplican los testeos ante cualquier duda, se detectarán mas casos, aunque también es cierto que, si solo se incrementaran los testeos, bajaría la positividad. Por eso recomiendo mirar las curvas de positividad de CABA y PBA por separado, pero con las semanas alineadas, para ver si efectivamente hay un “efecto escuelas”

Ambas curvas se mueven en sintonía, haciendo mínimos en la semana del 15 de febrero y ganando velocidad en la semana del 22 de marzo. No hay un “efecto apertura de escuelas” que se observe primero en la curva de CABA y dos semanas después en la de PBA. Tampoco hay un efecto diferencial en favor de la provincia de Buenos Aires, gracias al cierre desde el 20 de abril; de hecho, la positividad venía cayendo en ambas jurisdicciones antes de las nuevas medidas y repunta ligeramente en PBA en los últimos días, aunque es prematuro para confirmar una tendencia.

En conclusión, la gestión de políticas públicas en base a los datos es compleja, porque resulta difícil probar cual es el proceso que los está generando y construir escenarios contrafactuales que nos indiquen qué hubiera pasado si hubiésemos hecho otra cosa, pero está vez, las disputas políticas y los desacuerdos entre jurisdicciones nos acaban de servir en bandeja un experimento natural que aportará evidencia sobre el efecto causal de la presencialidad.



domingo, 25 de abril de 2021

¿Por qué es más razonable invocar el sacrificio fiscal que la presión fiscal si se desean impuestos progresivos?

Por José Félix Sanz y Desiderio Romero Hace algunos días, Antonio Cabrales y Cesar Pérez (en adelante C&P) escribieron un interesante post en donde valoraban el sacrificio fiscal como una medida inadecuada, especialmente si se era propenso a los impuestos bajos. Para ello, realizaron un ejercicio aplicado en donde parecía evidenciarse que el concepto de [leer más ...]

viernes, 23 de abril de 2021

Comentario a “¿Cuál es el secreto feminista español? El efecto Almodóvar y la reacción anticlerical.”

Por Libertad González Como colaboradora del blog desde hace años, y como investigadora interesada en temas de mercado de trabajo y género, me alegro mucho de que Alice Evans haya querido publicar con nosotros esta entrada reciente de su blog, en la que se pregunta por el “milagro feminista español”, en comparación con otros países [leer más ...]

jueves, 22 de abril de 2021

¿Cuál es el secreto feminista español? El efecto Almodóvar y la reacción anticlerical.

De Alice Evans. Esta entrada es una traducción del post que la autora publicó en su propio blog el pasado 6 de abril. El empleo femenino y la representación política de las mujeres en España han aumentado vertiginosamente durante las últimas décadas. España ha sido de hecho el primer país en presentar un gobierno en [leer más ...]

miércoles, 21 de abril de 2021

Algunas reflexiones sobre "The Weirdest people in the World" de Joseph Heinrich¹

Esta no es la primera entrada en NeG comentando este libro. Marc Canal ya hizo una magnífica exposición de los temas principales por lo que me limitaré a resumir la tesis principal del libro, a saber, que el programa de casamiento y fertilidad (PCF) de la iglesia católica durante la edad media europea destruyó los [leer más ...]

¿Qué es la aversión al riesgo?

Empecemos primero por conceptualizar ¿qué es el riesgo? Es la probabilidad de que ocurra algo negativo, la posibilidad de que se materialice un daño o un siniestro. Segundo; ¿Qué es la aversión? Es el nivel de rechazo o miedo que mostramos ante un riesgo, es decir, la predisposición a asumir eventos desfavorables que perjudiquen nuestros intereses. Conclusión; ¿Por qué unas personas presentan niveles de aversión al riesgo tan inferiores o superiores a los del resto? La respuesta nos conduce al terreno de la psicología. No todo el mundo siente el riesgo como algo negativo, de hecho, hay quienes se sienten atraídos por la adopción de decisiones que entrañan riesgos. También hay incluso quienes directamente no los perciben. El personaje de Alicia en el país de las maravillas es un claro ejemplo de ello. Ella cae por una madriguera y encuentra una botella en la que pone ‘Bébeme’ y, sin dudarlo, bebe atraída por la curiosidad. Lo mismo con el pastel que lleva la etiqueta de ‘Cómeme’. Más allá de las mentes más alocadas e impulsivas, cuando una persona decide, por ejemplo, abrir su propio negocio para convertirse en un emprendedor, es importante que conozca cómo gestionar, cubrir, o enfrentarse, en las mejores condiciones posibles, al riesgo. La aversión al riesgo es un concepto clásico de las teorías económicas que como se ve, se asienta sobre cuestiones de tipo psicológico, pero es importante recordar que también tiene una vertiente jurídica, y es que la cobertura de algunos riesgos es obligatoria por imperativo legal. En consecuencia otro aspecto clave que también entra en juego en todo este asunto es el económico, ya que para cubrir un riesgo una de las mejores formas de hacerlo es asegurarlo mediante una contraprestación dineraria. En este sitio se pueden analizar los distintos costes de los diferentes tipos de […]

La entrada ¿Qué es la aversión al riesgo? aparece primero en El Captor - Economía y Opinión.



martes, 20 de abril de 2021

España Puede: Un plan con notables lagunas

Alfonso Novales – Real Academia de Ciencias Morales y Políticas En un post anterior comenté acerca de algunas características de la estrategia de ejecución de los fondos asignados a España en el programa Next Generation EU. Analizo ahora en cierto detalle algunos aspectos del informe España Puede, el único documento disponible acerca de dicha estrategia. [leer más ...]

lunes, 19 de abril de 2021

¿De verdad la educación nos hace más productivos?

Imagino que a muchos lectores el título les sorprenderá. Llevamos doce años diciéndoles lo importante que es la educación, y yo en particular les he dado la matraca con el temita para aburrir hasta a las gárgolas de la catedral. ¿Y ahora preguntas si la educación nos hace más productivos? ¿Estás de broma, Cabrales? Pues [leer más ...]

domingo, 18 de abril de 2021

El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia

Alfonso Novales – Real Academia de Ciencias Morales y Políticas Marzo 2021 El programa Next Generation EU asigna una elevada disponibilidad de financiación a España, en línea con la profunda gravedad de los efectos de la pandemia. Por su cuantía, abre la posibilidad de ejecutar una sólida y coherente estrategia de programas y políticas que [leer más ...]

jueves, 15 de abril de 2021

Ley de Cambio Climático y nuestra imagen en el espejo

Antonia Díaz @AntoniaDiazRod, Gustavo Marrero @gmarrero1972 y Luis Puch @lpuchg Dice Bolaño (en 2666, Ed. Anagrama) que “la historia no tiene momentos determinantes, sino que es una proliferación de instantes, de brevedades que compiten entre sí en monstruosidad”. Algo así nos parece que debería ocurrir con las políticas para luchar contra el cambio climático. O, [leer más ...]

miércoles, 14 de abril de 2021

Control de alquileres: ¿lo que los economistas recomiendan es lo que la sociedad necesita?

Por Juan Luis Jiménez Poco antes que el expresidente de los Estados Unidos aprobase nuevos aranceles al acero y al aluminio (marzo de 2018), varios profesores de economía de las mejores Universidades de ese país fueron cuestionados sobre la siguiente afirmación: “La imposición de nuevos aranceles mejorará el bienestar de los estadounidenses”. Las respuestas fueron [leer más ...]

martes, 13 de abril de 2021

Cuando la política ignora la evidencia: el caso del descuento a residentes

Ángel Martínez Jorge En España nuestros políticos tienen una preferencia creciente por evaluar las políticas públicas. Aunque muy lentamente, cada vez son más las evaluaciones de políticas públicas por parte de investigadores pertenecientes a organismos muy diversos, tanto públicos como privados. Un ejemplo de este nuevo afán evaluador lo encontramos en el descuento aéreo a [leer más ...]

lunes, 12 de abril de 2021

COVID en el mundo. Australia

Hoy publicamos la cuarta entrada de la serie sobre el impacto de la pandemia en diferentes países. El objetivo de esta serie es dar a conocer la situación objetiva y subjetiva de la pandemia (gestión, incidencia, retos, etc…) en otros lugares, para poder sacar lecciones sobre los elementos que se pueden/deben mejorar en la gestión [leer más ...]

Gestionar en base a datos

La noticia de la semana fue el récord de casos de COVID, que ascendió el viernes a 24.130 detectados, contrastando con los 18.326 del 21 de octubre pasado y con los 12.936 del viernes de hace dos semanas. Tener más casos que en el pico anterior, sin embargo, nos dice bastante poco y de hecho no se trata de un récord de contagios, porque estamos testeando casi el triple que antes (90.657 test este viernes vs 38.340 del 21 de octubre). Es obvio que, a igualdad de contagios, se detectan mas si se testea mas y por eso es tan importante evaluar la positividad, que en el pico anterior era de 47,8% y que ahora es de 26,6%. Pero tampoco se pueden comparar las positividades si en el medio hay un cambio sesgado en algún sentido, en la estrategia de testeo. Por ejemplo, si ahora se hacen masivamente test a los turistas que regresan a la ciudad de buenos aires, no solo se van a encontrar más casos, sino que va a caer la positividad porque antes iban a testearse los sintomáticos y los que tenían sospechas por contactos estrechos y ahora se incluye a muchos que no pertenecen a ese conjunto y que obviamente tienen menos chances de estar contagiados. Es importante entender que estas conclusiones surgen por razones estadísticas, que no tienen nada que ver con la medicina ni con el virus; lo mismo pasaría si estuviéramos tratando de evaluar el cambio en el apoyo popular a las medidas del gobierno, en base a encuestas sesgadas.

El riesgo de entrar en pánico con un número que no refleja la realidad es que se toman decisiones equivocadas, con impacto en la economía, pero sobre todo en la confianza y autoridad del gobierno. ¿Qué hacemos, por ejemplo, si el supuesto récord del viernes es en realidad un efecto del mayor testeo y la curva real de contagios avanza hasta niveles de positividad como los de octubre pasado, dejándonos en mayo con picos cercanos a los 50.000 casos diarios? Nunca desde que empezó la pandemia el Gobierno mostró una sola proyección de lo que esperaba con las medidas y debería hacerlo, porque de otro modo las agota, si la gente percibe que no sirven.

No quiero ser alarmista, pero hago el punto porque, aunque no podamos comparar el pico de la semana pasada con el de octubre y no tengamos la menor idea sobre si efectivamente hay mas casos que entonces, lo que queda claro es que hay el doble de casos que hace dos semanas y no hubo en los últimos 15 días un cambio drástico en la estrategia de testeos. Es cierto, no obstante, que es posible que los feriados de la semana anterior hayan alterado el timming en el que la gente se fue a testear y tal vez algunos de los casos diagnosticados la semana pasada, hubieran sido detectados en semana santa; algo que terminará de dilucidarse por estos días. Pero más allá de esa sintonía fina, pasamos de 14,7% de positividad el viernes 26 de marzo, al 26,6% el viernes pasado, lo que implica una tasa de crecimiento semanal del 34,5% (proxy de un R=1,345). A ese ritmo el sistema de salud colapsa en cuestión de semanas.

En Holanda, conscientes de las limitaciones del testeo con fines epidemiológicos (la relevancia con fines diagnósticos no está en discusión), agregaron la medición del virus en muestras cloacales, porque estiman que el 40% de los contagiados tienen presencia de covid en materia fecal y esa concentración es previa incluso a la aparición de síntomas y obviamente independiente de la decisión de testearse. Los científicos de los países bajos toman muestras en 315 plantas de tratamiento cloacal, consiguiendo además un detallado mapa de donde está el virus. Calibrar los modelos epidemiológicos en base a estos datos permite saber además que se puede esperar en materia de evolución de la curva en cada escenario de política.

Si tuviera datos de esa calidad, el gobierno podría por ejemplo decirle a la población; “al ritmo que venimos, si no hacemos nada, habrá 50.000 casos en mayo, pero con X medida esperamos reducir la pendiente de la curva y recortar la proyección a 40.000 casos”. Si procediera de esa manera evitaría el pánico si efectivamente se producen esos 40.000 contagios diarios y generaría confianza en sus medidas, aumentando el cumplimiento de las futuras disposiciones. Pero si continúan improvisando como hasta ahora, sin mostrar el modelo epidemiológico en el que basan sus decisiones y sin dar números concretos de lo que esperan que ocurra con cada medida, lo único que lograrán es consumir el escaso crédito que les queda, perdiendo poder para coordinar las medidas que podrían salvarnos del desborde del sistema de salud y de lamentar más muertes, incluso cuando esas medidas estén funcionando.



domingo, 11 de abril de 2021

Subvenciones a residentes en transporte aéreo: La importancia de elegir un buen mecanismo¹

De Ginés de Rus (ULPGC, UC3M y FEDEA) y M. Pilar Socorro (ULPGC) En cualquiera de los vuelos de hoy entre Madrid y Las Palmas de Gran Canaria, por un billete de ida y vuelta (idéntico en sus condiciones) por el que el residente canario haya pagado 100 euros, el no-residente habrá pagado 400 euros. [leer más ...]

sábado, 10 de abril de 2021

Astrazeneca: Comunicación de Riesgos, Sesgos de Comportamiento y Políticas (No) Basadas en la Evidencia

De Pedro Rey Biel (@pedroreybiel) Anoche (casi) me sorprendí al oir a Tamara Falcó en un programa de televisión de máxima audiencia afirmando que ella no se pondría la vacuna de Astrazeneca por los riesgos que implica. Paralelamente, he tenido conversaciones con personas cercanas de muy diversos extractos sociales en la última semana expresando sus reticencias y [leer más ...]

viernes, 9 de abril de 2021

Robert A. Mundell, padre de la macroeconomía abierta

(Reproducimos el reciente obituario sobre Robert A. Mundell escrito por Juan Francisco Jimeno y publicado por El País el 7 de Abril de 2020) A mediados del siglo pasado los macroeconomistas estaban ocupados desarrollando un marco conceptual para diseñar políticas fiscales y monetarias que estabilizaran las economías, esto es, las sacaran de recesiones y evitaran [leer más ...]

jueves, 8 de abril de 2021

Mejorar la Reforma Laboral 2012

Jesus Lahera (@jesuslahera) y J. Ignacio Conde-Ruiz (@conderuiz)) Recientemente hemos sacado un documento en EsadeEcPol donde reflexionábamos, con una perspectiva jurídico-económica, sobre como se podría mejorar la Reforma Laboral de 2012. Básicamente, la estrategia que seguimos fue, en lugar de proponer cual era desde nuestro punto de vista la reforma óptima, encontrar medidas que tuvieran [leer más ...]

miércoles, 7 de abril de 2021

Anular la deuda pública mantenida por el BCE: una propuesta contraproducente

Por José E. Boscá, Rafael Doménech y Javier Ferri Artículo 123 (antiguo artículo 101 TCE) 1. Queda prohibida la autorización de descubiertos o la concesión de cualquier otro tipo de créditos por el Banco Central Europeo y por los bancos centrales de los Estados miembros, denominados en lo sucesivo «bancos centrales nacionales», en favor de instituciones, [leer más ...]

martes, 6 de abril de 2021

Primer Trimestre 2021: afiliación en paralelo con la Pandemia

de J J. Ignacio Conde-Ruiz (@conderuiz), Manu García (@manugar), Luis Puch (@lpuchg) y Jesús Ruiz (@icae_ucm) En pocas semanas pretendemos realizar y publicar en este blog un análisis más profundo del impacto que ha tenido la crisis de la COVID-19 en un mercado de trabajo tan dual como el español. En este post nos vamos centrar [leer más ...]

lunes, 5 de abril de 2021

¿Les importa a los políticos lo que opina la gente?

Por Nikolas Schöll (@niko_schoell) La respuesta breve es: sí, les importa. Sí, también aquí en España. Quizás no todas las voces se escuchan por igual, pero nuestro estudio reciente con Aina Gallego y Gaël Le Mens (aquí) proporciona evidencia clara de que los políticos ajustan su discurso después de interactuar con el público. Antes de [leer más ...]

La pobreza es política

Según un estudio de la Organización para la Cooperación y le Desarrollo Económicos (OECD) que acaba de ser publicado, en los últimos 200 años el mundo asistió a la mayor reducción de pobreza de toda su historia, con un PBI per cápita global que se multiplicó por 13. Mientras que 76 por ciento de la población no ganaba entonces lo suficiente para comprar una canasta básica de bienes y servicios que garantizara su subsistencia, esa pobreza extrema ha bajado hoy al 10 por ciento, con una notable reducción en los últimos 30 años, gracias al desarrollo en Asia, traccionado por China y la India.

El avance tiene que ver con triunfo del capitalismo como sistema económico y con el espectacular desarrollo tecnológico que permitió multiplicar la productividad. Es cierto que al mismo tiempo aumentó la desigualdad, particularmente la de la riqueza, pero nunca en la historia de la humanidad hubo un porcentaje menor de gente con hambre en el mundo.

En contraste, en Argentina durante los últimos 40 años la pobreza estructural ha explotado con cada crisis y aunque en los años de crecimiento que le siguen a una recesión la situación mejora, generalmente no regresa a los niveles previos al crack.

En un informe del CIPPEC y el CEDLAS se identifican seis episodios, previos a la última recesión de 2018 que se corona con la pandemia.

Un primer aumento de vulnerabilidad social se produce en los 80s por el estancamiento económico combinado con alta inflación, pero es con las hiperinflaciones del 1989 y 1990, que vemos un salto que duplica los niveles de pobreza de la década.

Si bien el éxito de la Convertibilidad logra hacer retroceder ese pico y hacia 1993 la economía recuperaba los niveles de pobreza de 1987 (que serían equivalente a los del 2017), el fuerte cambio tecnológico de los 90s y el proceso de privatizaciones y reducción del Estado, corrió nuevamente el arco y luego la crisis de 2001-2002 dejó un nuevo récord, inclusive superior al de 1989.

Desde entonces la situación mejoró hasta 2011, cuando se estancó hasta 2017, para volver a colapsar, primero con la devaluación de 2018 y luego con los efectos de la cuarentena de 2020.

Sin embargo, la enorme volatilidad macroeconómica no es un accidente sino un producto de las malas políticas económicas. Es cierto que, por ejemplo, el 42 por ciento de la pobreza que conocimos esta semana tiene mucho que ver con la pandemia, pero somos uno de los países donde más impacto económico tuvo el coronavirus, porque insistimos en una cuarentena eterna y mal gestionada que destruyó el 40 por ciento de los empleos informales en el segundo trimestre de 2020 y un 17 por ciento de los trabajadores en negro aún no recuperaron su empleo.

Las privatizaciones y desregulación de los 90s, que eran muy necesarias y que produjeron un salto de productividad de la economía, se hicieron sin red de seguridad social que amortiguara la transición y en la segunda mitad de esa década, el gobierno gastó sistemáticamente por encima de sus ingresos conduciendo al colapso de 2001.

Desde 2011 la economía tuvo una década de anabólicos, primero con el atraso cambiario del 50 por ciento que Cristina Kirchner hizo con fines electorales y después con el abuso de el uso deuda por parte de un gobierno que prefirió hacer el ajuste de manera gradual, lo que condujo a un nuevo salto de pobreza cuando el mercado forzó una devaluación que nos devolvió al nivel de tipo de cambio real que teníamos en 2010-2011. Las crisis no nacen de un repollo y si no advertimos los desequilibrios macro cuando se producen, después los pagamos con más pobreza.

No es un accidente. En lo que va de 2021 los subsidios económicos crecieron un 85 por ciento por el congelamiento de las tarifas en un contexto de alta inflación, mientras que las prestaciones sociales sólo crecieron un 32 por ciento.

En el primer bimestre el Gobierno gastó el cuádruple en subsidios (en su mayor parte para la clase media), que en AUH, mientras que la tarjeta alimentaria representó 1/6 parte de ese dinero.

Según el INDEC, la brecha de pobreza es de $21.287 por lo que bastaría con 747.656 millones de pesos anuales para eliminar la pobreza por ingresos en los 2.926.890 hogares de los centros urbanos de más de 100.000 habitantes que no llegan a pagar la canasta básica. Prácticamente la misma cantidad de dinero que pierde el Gobierno subsidiando tarifas.

Pero lo más paradójico es que la canasta básica que tiene leche, carne, fideos, polenta, verduras y servicios básicos, también tiene Estado; según un estudio del IARAF el 41 por ciento de los precios que pagamos en el supermercado son impuestos, por lo que prácticamente toda la brecha de pobreza es culpa del Estado.

La pobreza, entonces, es la consecuencia de las decisiones políticas de los distintos gobiernos que combaten el capital y penalizan el empleo, pero además llenan de impuestos a los alimentos y usan el dinero que podrían destinar a terminar con la pobreza, para mantener la pantomima demagógica de las tarifas congeladas.

Sobran los “Ministerios de desarrollo social” que canalizan recursos para que las organizaciones sociales hagan política y falta AUH para sacar al 57 por ciento de los chicos de la pobreza. La plata está; la pobreza es política.

Nota publicada en ElDia.com, el 04/04/2021



Los costos de volver a cerrar

A comienzos de la pandemia el científico Tomás Pueyo planteó un modelo de combate al coronavirus, que minimizaba el impacto en la economía, evitando el desborde del sistema de salud; se trataba de cuarentenas estrictas de corta duración (martillo) seguidas por períodos de apertura programada (danza), que tenían la particularidad de que se abrían primero aquellas actividades de alto impacto económico, pero bajo riesgo sanitario; por ejemplo: la minería a cielo abierto, la agricultura, la construcción al aire libre, el futbol y otros espectáculos (sin público presencial, obviamente). Los negocios con menor volumen comercial, menor efecto multiplicador sobre la economía y mayor riesgo de contagio, serían los últimos; por ejemplo, los cines y muchas actividades en espacios cerrados, sin ventilación.

Si ese hubiera sido el criterio empleado y el gobierno hubiera compartido con la población el modelo epidemiológico a partir del cual tomaba sus decisiones, hoy las medidas restrictivas, que son un recurso escaso, cuya potencia se consume con el uso, estarían en el menú. Sin embargo, no parece haber apoyo político y social como para retornar a una cuarentena estricta, en primer lugar, porque no hay credibilidad respecto de su eventual duración y en segundo lugar porque la resistencia del tejido económico y psicosocial se agotó.

Pero hay un problema mas; incluso la posibilidad de volver a una fase 3, como la que rigió en el AMBA entre el 26 de abril y el 26 de junio, complica las finanzas públicas más allá de lo que el delicado equilibrio financiero permite. Basta ver lo que pasó durante esos dos meses de aislamiento con movilidad reducida al 50% para entender el impacto sobre la emisión y su ulterior efecto sobre la inflación y el dólar

Mientras que en el ultimo bimestre, bajo condiciones de “nueva normalidad” los ingresos fiscales crecen al 51% por efecto del impuestazo (PAIS, Bienes personales, IVA, Retenciones) y el gasto primario se expande 44% en virtud del ajuste a las jubilaciones, los salarios públicos y las universidades, en el bimestre mayo-junio del año pasado, en plena fase 3,  los ingresos fiscales corrían 31 puntos por detrás de la inflación y el gasto primario volaba un 83%, por efecto del IFE, los ATP y las transferencias a provincias. Es cierto que enero y febrero son estacionalmente buenos para las finanzas, porque se pagan salarios viejos con impuestos nuevos, pero el gobierno logró con su programa de ajuste transformar un déficit de 31.200 millones en un superávit de 5.300, mientras que en el bimestre que pasamos en fase 3 el resultado fiscal fue un déficit primario de 504.000 millones que hubo que emitir, inflando primero el dólar y después los precios.

Si el gobierno vuelve a esos niveles de emisión, tendrá que elegir entre subir las tasas para absorber el sobrante de pesos, frenando aún más la economía, o bancarse un salto del dólar y la inflación, que obviamente tratará de evitar con mas restricciones para comprar divisas y mas regulaciones de precios, lo que implica menos aumentos de tarifas y de precios máximos y cuidados.

Sumemos además el peligroso coctel de la incertidumbre cambiaria, porque lo que ocurrió en octubre del año pasado, cuando el dólar arañó los $200, no fue producto de un boom de emisión en septiembre, sino de un colapso en la demanda de dinero; 120.000 millones de pesos se fueron de los depósitos a plazo entre el 6 y el 15 de octubre. Con el giro a la ortodoxia de Guzman, el gobierno logró estabilizar la demanda de pesos, pero si inyecta otro vagón de billetes de esa magnitud (500.000 millones) y suma incertidumbre sobre el regreso a la normalidad, no hay garantías de que no vuelva a producirse una corrida, máxime cuando hay elecciones en agosto y es sabido que a los argentinos prefieren pasar esos procesos dolarizados



domingo, 4 de abril de 2021

¿Reciben las mujeres preguntas más hostiles en los seminarios?

Una encuesta realizada en 2019 entre los miembros de la Asociación Americana de Economía sirvió para recordar a la profesión algo que era un secreto a voces: la mayoría de las mujeres economistas percibe un ambiente profesional tóxico. Solamente un 20% está satisfecha con su entorno profesional, comparado con el 40% de los hombres. Uno [leer más ...]

La libertad que conduce al comunismo

Tomemos la película Marty, de 1955 y premiada con varios Óscars, como punto de partida para reflexionar sobre la libertad, el comunismo y, en definitiva, el orden social. Antes de nada, contextualicemos; Marty, 34 años; en el punto de mira por saltarse una convención social elemental; sigue soltero y con pocas perspectivas de contraer matrimonio. Tanto en la trama de la película, como en la sociedad actual, ninguna regla jurídica obliga a nadie a casarse. Sin embargo, otras fuerzas no escritas, tan abstractas como envolventes, juegan y ejercen presiones incluso más poderosas; se trata, en suma, de fuerzas ambientales o sociales que limitan el ejercicio de la libertad y desembocan en formas caricaturizadas de comunismo. No entraremos a valorar si la realidad es una construcción de tipo social o si realmente se produce por una consecuencia biológica o acaso por una mezcla de ambas; en esta reflexión nos interesa tratar la libertad, y, por contraposición a esta -en un ejercicio de mero reduccionismo y simplismo- el comunismo. No obstante, para no alejarnos de los escenarios modernos abordaremos el análisis de Marty desde una perspectiva igualmente absurda, simple y reducida. Marty, el protagonista de la película, es el máximo exponente de la libertad, una libertad metafórica que se materializa en la decisión de permanecer soltero, esto es, aislado del canon y el criterio masivo que representa el comunismo, es decir, sociedades estrictamente igualitarias que defienden a ultranza la homogeneidad, que persiguen las diferencias y que impiden, en última instancia, las disidencias. Tenéis que estar entendiendo todo esto a la perfección porque lo estamos explicando desde el mismísimo corazón del imaginario colectivo donde radica la esencia de la supuesta antítesis entre “libertad” y “comunismo”. Siguiendo y reforzando la idea: Marty, es el ideal de la libertad. La sociedad, es el ideal del […]

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