jueves, 30 de noviembre de 2017

Dos es compañía, ¿tres es multitud?

De Luis Miller

Imaginemos una empresa cuya propiedad está dividida en tres partes: dos hermanos herederos de la familia fundadora y un grupo empresarial. En un primer momento uno de los hermanos se coaliga con el grupo para dirigir la empresa. Años más tarde, los dos hermanos se vuelven a entender y marginan en las decisiones estratégicas al grupo. Pensemos ahora en la negociación para formar gobierno después de las elecciones de 2016 en España. Pensemos por último en las negociaciones para aprobar los presupuestos de 2017 y 2018 en el congreso de los diputados, en las que el gobierno persigue un número mínimo de votos que garantice la aprobación de las cuentas y para ello pretende el apoyo de PP, Ciudadanos, PNV, CC y NC. Estos ejemplos reúnen las características fundamentales de un problema de negociación multilateral: hay más de dos jugadores, una regla de decisión (la regla de mayoría) y una dinámica de acuerdos y coaliciones sobre cómo decidir el devenir de una empresa o cualquier otro tipo de organización social.

Uno de los modelos económicos que predicen cómo van a actuar las distintas partes en una negociación multilateral es el modelo de negociación legislativa de Baron y Ferejohn. Baron y Ferejohn modelan la negociación legislativa como un proceso dinámico donde uno de los jugadores (proponente) propone un reparto de algún bien divisible (dinero, puestos en el gobierno) que a continuación es votado por todos los participantes en la negociación (accionistas de una empresa, grupos políticos, etc.). Si la mayoría acepta la propuesta el reparto se produce, si la mayoría la rechaza la negociación continúa. La mayoría de aplicaciones del modelo asumen que la negociación es costosa y, por tanto, cada vez que se rechaza un acuerdo, el tamaño de la tarta a repartir disminuye. En la figura 1 se muestra un ejemplo en forma de árbol de decisión de un juego donde el proponente es elegido al azar entre tres jugadores, éste realiza la propuesta, todos votan y dependiendo del resultado de voto la negociación finaliza (cada uno recibe lo propuesto) o se pasa a una nueva ronda de negociación. El modelo predice que el proponente sólo ofrecerá una parte de este reparto a una coalición ganadora mínima de participantes, es decir, al número mínimo de éstos que es necesario para que la propuesta sea aprobada (dos de los tres en el caso del ejemplo empresarial del principio). El modelo también predice que el proponente comprará a los miembros de la coalición mínima ofreciendo a cada uno algo más de lo que éstos obtendrían si no se llegase a un acuerdo y la negociación continuase. El proponente se queda con el resto del pastel y sale de este modo beneficiado en el reparto. Por último, dado que la negociación tiene costes de tiempo y de oportunidad, los jugadores llegarán a un acuerdo inmediatamente, en la primera ronda de negociación.

Figura 1: representación del árbol de decisión del modelo de Baron y Ferejohn

El modelo de Baron y Ferejhon ha dado lugar a una importante literatura experimental. En un primer experimento en el laboratorio, las predicciones del modelo fueron confirmadas a grandes rasgos. Los proponentes aprendían relativamente rápido a formar coaliciones mínimas y la mayoría lograba llegar a un acuerdo en la primera ronda de negociación. Sólo una de las predicciones del modelo parecía no confirmarse: una vez formada la coalición mínima los repartos solían ser más igualitarios y no tanto a favor del proponente como predecía el modelo. Desde este primer experimento, se han realizado decenas de estudios experimentales sobre este modelo.

Una de las predicciones que ha sobrevivido a las distintas pruebas empíricas es el hecho de que los acuerdos son alcanzados inmediatamente, como si la negociación no tuviera costes de decisión. Junto con Christoph Vanberg, nos planteamos la pregunta acerca de los costes de la toma de decisiones en negociaciones multilaterales (aquí y aquí). Inspirados por dos conjeturas realizadas por James Buchanan y Gordon Tullock en su clásico The Calculus of Consent, mostramos experimentalmente que los costes de la negociación (el número de rondas necesarias para llegar a un acuerdo) son crecientes en la medida que aumenta tanto el número de participantes cuyo consentimiento sea necesario (la regla de decisión es más estricta), como el tamaño total del grupo.

Pero, ¿por qué los participantes rechazan acuerdos generando de este modo un coste económico? Una forma de abordar esta pregunta es suponer que algunos tienen un mayor interés que otros en llegar a un acuerdo. Teóricamente, podemos pensar en este problema de al menos dos formas. Una primera es a partir de las preferencias temporales de los participantes. Podría ser que alguna parte fuera más impaciente que otra. Una segunda supone asumir que estos obtienen una mayor o menor ganancia si no se llega a un acuerdo, si se mantiene el status quo. Esta es la idea que exploramos teórica y experimentalmente en un trabajo reciente publicado en Games and Economic Behavior, junto con María Montero y Christoph Vanberg. Nuestro estudio muestra que en un escenario donde se requiere de la aprobación de todos los participantes (regla de unanimidad), aquellos que obtienen una mayor ganancia si no se llega a un acuerdo, tienen una ventaja en la negociación y acabarán recibiendo un mayor beneficio de ésta. Sin embargo, si la regla empleada es la mayoría simple, obtener una mayor ganancia del bloqueo (desacuerdo) de la negociación no confiere una ventaja. Por el contrario, aquellos que son más caros de comprar tienden a ser excluidos de las coaliciones ganadoras y, por tanto, obtienen una ganancia menor de la negociación.

Figura 2: % de propuestas aceptadas en la primera ronda según regla de decisión y ganancia de los participantes si no se llega a un acuerdo

Por último, nuestro estudio vuelve a confirmar los altos costes de negociación impuestos por la regla de unanimidad (ver figura 2). Además, el problema de los costes de decisión bajo esta regla se agrava cuando los participantes tienen intereses heterogéneos. En este caso, el número de propuestas que fracasan en la primera ronda de negociación es incluso superior al de propuestas que prosperan. Una explicación a este hecho hay que buscarla en los costes individuales de rechazar un acuerdo cuando tu consentimiento es estrictamente necesario. En tal caso rechazar es poco costoso para un participante porque los siguientes acuerdos en la negoción también requieren de su aprobación y, por tanto, le garantizan una buena parte del pastel. En un escenario de mayoría simple, rechazar una propuesta medianamente atractiva puede ser muy costoso ya que implica que uno puede ser excluido de la coalición ganadora en una ronda posterior de la negociación.

A partir de las dos últimas elecciones, el sistema político español se caracteriza por un multipartidismo que requiere de la negociación multilateral y las dinámicas de coaliciones. Pensemos en los costes que diferentes formaciones políticas asumieron al rechazar determinadas coaliciones posibles después de las elecciones de 2015 en España. (Pensemos igualmente en la actual negociación multilateral para formar gobierno en Alemania.) La teoría e investigación empírica sobre negociación legislativa puede ser muy útil para entender los nuevos equilibrios que irán emergiendo en este nuevo escenario político.

 

 

 



Se acerca diciembre y va a volver a pasar

1. Se acerca diciembre y va a volver a pasar. La Seguridad Social no va a poder pagar las pensiones a menos que decida nuevamente endeudarse o que vacíe definitivamente la hucha del Fondo de Reserva. Es decir, se va a contabilizar un nuevo déficit presupuestario en el año 2017 -más gastos que ingresos-, por lo que ya será el octavo consecutivo. Y el de este año, casi con total seguridad, marcará otra vez el nuevo mayor déficit histórico de la Seguridad Social. 2. Se acerca diciembre y va a volver a pasar. Las aportaciones a los fondos de pensiones privados se incrementarán sustancialmente con respecto a noviembre y los meses anteriores. Termina el año fiscal y la normativa de deducciones en el IRPF estimulará las aportaciones a los fondos de pensiones privados reduciendo por ello los impuestos ingresados a la Hacienda Pública por parte de los contribuyentes. Por eso, la banca terminará el año con un superávit de alrededor de 1.000 millones de euros en su balance neto de aportaciones/prestaciones a/de planes de pensiones. 3. En los años 2014, 2015 y 2016, por poner los últimos ejemplos, sucedió lo mismo. Las aportaciones de los contribuyentes a los planes de pensiones privados excedieron a los pagos, resultando así que la banca obtuvo superávits del entorno de los 1.000 millones de euros cada año. 4. Sin embargo, el sector público que representa la Seguridad Social registró, por el contrario, más de 40.000 millones de déficit presupuestario agregado en el periodo 2014 -2016, algo que fue y es debido en gran parte a la insuficiencia de ingresos por cotizaciones a la Seguridad Social, algunas de las cuales se encuentran bonificadas o incluso exentas en virtud de la actual normativa estatal.

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Prestación de Ingresos Mínimos: una buena idea mal diseñada

Este post es una versión ampliada del artículo que publique en El País el 21 de noviembre

Hace unos días tuve honor de comparecer en la Comisión del Empleo y Seguridad Social para valorar una iniciativa legislativa popular sobre establecimiento de una Prestación de Ingresos Mínimos (PIM). Tal como expuse en mi comparecencia, comparto plenamente la motivación y los objetivos de la persigue la PIM, pero creo que tiene tres importantes problemas de diseño en cuanto a los incentivos que potencialmente puede pervertir algunos objetivos que persigue, así como, disparar su coste.

Según diversos organismos internacionales, España tiene un importante problema de personas en riesgo de pobreza, y lo que es más preocupante, si cabe, tiene una de las tasas de pobreza infantil más altas de los países industrializados. Y, por lo tanto, es acertada la necesidad de la lucha contra la pobreza, principalmente infantil, ayudando a las personas con graves problemas para encontrar trabajo (principalmente parados de larga duración).

El montante de la nueva prestación sería el 80% del IPREM,  unos  5.162 euros anuales. Pero, la ley también contempla un complemento adicional por cada uno de los menores u otros familiares a cargo. Los requisitos para los beneficiarios son los siguientes: i) ser mayor de 18 y menor de 65 años; ii) residir legalmente en territorio español en los 6 meses anteriores; iv) no reunir requisitos para percibir otro tipo de prestación, iv) encontrarse inscrito como demandante de empleo (por al menos 12 meses) y v) carecer de “recursos económicos”. Este último requisito, implica que la renta percapita del hogar debe ser inferior al 75% del SMI, en la actualidad seria 6.368 euros anuales. Para este control de rentas no se tienen en cuenta ni las prestaciones familiares, ni las pensiones alimenticias, ni las prestaciones asociadas a la dependencia o favor de la infancia.

La PIM es incompatible con el trabajo tanto por cuenta propia como ajena, y prácticamente las únicas obligaciones de los beneficiarios son participar en políticas activas y aceptar empleos propuestos por los servicios públicos de empleo o las agencias de colocación, siempre y cuando se consideren “adecuados”. Como muchos lectores pueden anticipar, la propuesta tiene al menos tres importantes fallos de diseño en cuanto a los incentivos.

En primer lugar, tenemos un problema con las CCAA que tienen la competencia en asistencia social. Todas ellas tienen programas que persiguen los mismos objetivos que la PIM. Es sorprendente, ver el siguiente cuadro, la imaginación de la distintas CCAA para no usar el mismo nombre para la prestación. Sin entrar en la Constitucionalidad de la propuesta, parece evidente cual es el incentivo de las CCAA: no gastar dinero en estos programas (o lo menos posible) y esperar la acción subsidiaria del Estado Central con la PIM. O aun peor, dejar la financiación al Estado y ocuparse ellas de gestionar el gasto, perdiendo la corresponsabilidad fiscal.

En segundo lugar, tenemos un problema de incentivos para aceptar ofertas. Supongamos un beneficiario que recibe una oferta laboral por un salario igual a la cuantía de la PIM más 1 euro. En este caso, su renta sería únicamente un euro más alto si acepta el empleo.  Es decir, si acepta el empleo estaría trabajando todos los días por un euro. Esto es equivalente a un impuesto al trabajo del 99,99%.

En tercer lugar, tenemos un problema con los inactivos que tienen un incentivo muy grande a apuntarse al desempleo simplemente para percibir la prestación. Imaginemos un hogar formado por una pareja con dos hijos, donde la mujer trabaja y el hombre está inactivo (es decir ni trabaja ni busca trabajo). En este caso, si la renta familiar total es inferior a 25.474 (o en términos per cápita al 75% del SMI), activándose el hombre y esperando 12 meses tendría derecho a la PIM. Pero, ¿Cuántos serian potencialmente los inactivos con incentivos a “activarse laboralmente” para percibir la PIM?, una estimación conservadora, pues en algunos hogares podría haber más de un inactivo que cumpla los requisitos, realizada con la inestimable ayuda de Floren (Gracias!!!) usando la Encuesta de Condiciones de Vida (2016), nos dice que podrían ser 1,3 millones.

Para solucionar estos problemas de diseño se me ocurren tres enmiendas. En primer lugar, involucrar a las CCAA tanto en el diseño, la gestión y como en su financiación. En segundo lugar, que el trabajador no pierda la PIM si encuentra trabajo, sino que pierda solo un porcentaje de la misma. Empezaría siendo una prestación para quien no trabaja y no tiene recursos y terminaría, al menos durante algún tiempo, siendo un complemento salarial. En este post, explicamos como sería su diseño usando un “negative income tax”.   En tercer lugar, para evitar el efecto llamada de los inactivos y controlar el gasto, al menos en una fase inicial, se podría empezar restringiendo el colectivo de beneficiarios a los desempleados, que, habiendo trabajado en el pasado, lleven de más de dos años en paro o haya transcurrido más de un año una vez terminada la prestación.

Un mal diseño de una buena idea, puede no solo desvirtualizar la medida, sino también disparar su coste.  Los potenciales de beneficiarios serían más de 2,8 millones: i) según la EPA tenemos 1,5 millones de parados de larga duración sin prestación, y ii) 1,3 millones de inactivos que irían al “efecto llamada”. Es decir, como podemos ver en la siguiente tabla el gasto podría superar los 17 mil millones.

Y no podemos olvidar que los ingresos no son ilimitados y por lo tanto tienen un coste de oportunidad. Y, más aún, en un país como el nuestro, que aún no ha resuelto su crisis fiscal, con un déficit del 3%, una Deuda Publica rondando el 100% y que destina mas de 30.000 millones anuales al servicio de la misma.

Y, donde aún es necesario aumentar el presupuesto de programas del bienestar, desde mi punto de vista más efectivo para los objetivos que persigue la PIM, como son la educación o la sanidad. En ambos, como vemos a continuación gastamos menos que la media europea.



martes, 28 de noviembre de 2017

Intensa caída de las ventas de comercio minorista en Catalunya

Los economistas y políticos independentistas prometieron que con la independencia la economía iría mejor, llegarían más empresas, más inversiones, aumentaría el empleo, los salarios, las pensiones y mejoraría la sanidad y la educación. Con sólo el intento de declaración de independencia se han ido 3.000 empresas, se ha frenado en seco la creación de empleo, ha caído el turismo, las ventas de libros, las horas sin trabajar por huelgas o manifestaciones, las ventas de coches, etcétera.Y hoy el INE ha publicado los datos del comercio minorista

1. El comercio minorista cae en Catalunya

El comercio minorista supone el 25% del consumo privado y el 15% del PIB. El dato no ha sido bueno en toda España por las elevadas temperaturas que han retrasado la compra de ropa de otoño. Pero en Catalunya el dato ha sido especialmente malo, como era previsible. La caída del turismo reduce el consumo en las tiendas. Y las manifestaciones reducen el consumo esos días, especialmente en el centro de las ciudades donde muchas tiendas cerraron para evitar problemas.

En octubre de 2016 las ventas en los comercios aumentaron un 4% con respecto a septiembre. En octubre de este año las ventas han caído un 2% con respecto al mes anterior. Es una caída muy intensa para un solo mes.

Parece que hasta los independentistas han aprendido la lección. ERC y la nueva coalición de la antigua Convergència mantienen la independencia, pero han eliminado la declaración unilateral y los plazos para conseguirla. Los líderes que incumplieron la ley empiezan a acatar la legalidad vigente y prometen acatarla y no fugarse como Puigdemont, lo cual esperemos permita que salgan de la cárcel. Y Marta Rovira de ERC ha dicho que la declaración unilateral de independencia “ha sido un invento del estado español”

2. Preocupa la deriva antieuropea de Puigdemont

Más preocupante es la deriva antieuropea que ha tomado Puigdemont. Por fortuna, las encuestan le dan una intención de voto próxima al 15%, por lo que en el mejor de los escenarios el 21D el señor Puigdemont será parte de la historia más triste de Catalunya desde que murió Franco. Por fin los independentistas han asumido que la independencia te deja fuera de la Unión Europea y la SEAT ya ha advertido que se iría de Catalunya y con ella la mayoría de empresas industriales.

Como dice el filósofo el futuro es brillante y el pasado imprevisible.  El futuro está en manos de los catalanes el 21 D. Ayer tuve un sueño y soñé que lo sucedido en estos tres últimos meses en Catalunya era una pesadilla y no se había producido en realidad. Soñé que los catalanes tenían un gobierno sensato y volvían a ser una sociedad europeísta, cosmopolita y abierta. Un sociedad diversa que discrepa y debate, pero que asume la discrepancia y consigue convivir sin divisiones.

 

Cae comercio minorista en Catalunya

 

 

Que las empresas, los sindicatos y las universidades se olvidaban de los delirios independentistas  y concentraban todos sus esfuerzos en innovar, en buscar nuevos mercados para sus productos y servicios, en reducir el paro, en mejorar los salarios, en invertir para revertir los efectos del cambio climático a medio plazo y de la sequía a corto plazo. Que Catalunya volvía a ser esa región prospera con una gran cultura de vida que muchos admirábamos.

Como dijo Calderón de la Barca que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son. Es mejor tener tus propios sueños que otros te acaben imponiendo los suyos.

 

blog josé carlos díez

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lunes, 27 de noviembre de 2017

Sucedió (o no) en Gotemburgo

El mes pasado relataba (aquí) mi intervención (minúscula e irrelevante) en los trabajos de preparación de la “Cumbre social para empleos justos y crecimiento” que tuvo lugar en Gotemburgo el 17 de noviembre. Mi preocupación principal era advertir de que las raíces fundamentales de la desigualdad y de la desprotección social en Europa estaban en la disfuncionalidad de algunos de sus mercados de trabajo y que solo con una mera declaración de principios, bajo la forma de una lista de derechos sociales, no sería posible avanzar en la construcción de una verdadera Europa Social “Triple A”. También Samuel Bentolila y Juanjo Dolado avisaban (aquí): “a pesar de que la UE ha ido construyendo una dimensión social que ha mejorado las condiciones de vida y la convergencia social entre sus miembros, … (es necesaria) ahora una estrategia más efectiva para fortalecer el acervo social de la UE.”

Tres vertientes y veinte principios

Tras el acuerdo de la cumbre de Gotemburgo, la construcción de una “Europa Social Triple A” se basa en veinte principios organizados en tres vertientes principales (en paréntesis, los principios correspondientes a cada una de las vertientes):

·      Igualdad de oportunidades y de acceso al mercado de trabajo (Educación, formación y aprendizaje permanente; Igualdad de sexos; Igualdad de oportunidades, y Apoyo activo para el empleo)

·      Condiciones de trabajo justas (Empleo seguro y adaptable; Salarios dignos; Información sobre las condiciones de trabajo y la protección en caso de despido; Diálogo social y participación de los trabajadores; Equilibrio entre vida profesional y vida privada; Entorno de trabajo saludable, seguro y adaptado y protección de datos)

·      Protección e inclusión social (Asistencia y apoyo a los niños;  Protección social de los trabajadores adecuada; Prestaciones por desempleo; Renta mínima; Pensiones y prestaciones de vejez; Sanidad; Inclusión de las personas con discapacidad; Cuidados de larga duración;  Vivienda y asistencia para las personas sin hogar; Acceso a los servicios esenciales).

La lista de principios no incluye novedades relevantes: es difícil argumentar que alguno de ellos no esté ya incluido, de manera más o menos explícita, en las directrices de las políticas sociales de los países miembros de la UE. Otras cuestiones son hasta qué punto se cumplen efectivamente, cómo definir los objetivos que se derivan de ellos y qué instrumentos están disponibles para alcanzarlos.

Implementación

Un principio general de la teoría económica (al menos, lo era entre los estudiantes de la licenciatura de economía de mi generación) sostiene que para alcanzar un determinado número de objetivos se necesitan, al menos, un número igual de instrumentos.

Conocida como regla de Tinbergen, establece también que cada instrumento debe asignarse al objetivo para el que resulta más eficiente. Esta regla, como otros temas que aprendíamos los estudiantes de la licenciatura de economía en universidades españolas de mi generación (que, dicho sea de paso, no eran ni muchos ni muy relevantes) resulta inútil en algunos contextos. Por ejemplo, en algunos de los ambientes que frecuento existe la ilusión de que la política monetaria puede resolver muchos problemas al mismo tiempo y, de hecho, se ha acuñado un término (“la coincidencia divina”) para referirse a situaciones en las que solo moviendo los tipos de interés se pueden estabilizar simultáneamente precios y actividad económica.

Desvaríos aparte, volviendo al tema que nos ocupa, el principal problema para alcanzar los objetivos de la “Europa Social Triple A”, no es la falta de instrumentos. Los Gobiernos disponen de un amplio margen de actuación mediante el uso de las tres principales categorías de medidas que, en principio, pueden contemplarse para el desarrollo de políticas sociales y que son: la regulación (principalmente, la laboral), las transferencias (prestaciones contributivas y asistenciales) y la provisión de servicios sociales (educación, sanidad, vivienda, etc.).

Sin embargo, muchos de los instrumentos que resultan eficientes para alcanzar determinados objetivos tienen efectos contraproducentes en otros. Algunos ejemplos evidentes son: ¿cómo deben repartirse las transferencias y organizar la provisión de servicios sociales entre el aseguramiento de “asistencia y el apoyo a los niños” y el de unas “pensiones y prestaciones de vejez” suficientes?, ¿cómo garantizar al mismo tiempo, un “empleo seguro y adaptable” e “igualdad de oportunidades” con regulaciones laborales que buscan la adaptabilidad mediante la permisividad de condiciones laborales diseñadas en función de situaciones particulares?.

Como señalaba en mi entrada anterior, las respuestas a este tipo de preguntas están condicionadas por preferencias sociales que, por razones históricas, culturales u de otro tipo, pueden variar significativamente entre países y que, por tanto, difícilmente se pueden acomodar bajo un único esquema de objetivos, instrumentos e indicadores.

Esperanzas contra realidades

El acuerdo de Gotemburgo remite el cumplimiento del pilar social a las instituciones europeas, los Gobiernos Nacionales, los interlocutores sociales y otras partes interesadas, respetando el actual reparto de competencias definido por los Tratados de la Unión Europea. El seguimiento se realizará en base a un conjunto de indicadores sociales, que serán objeto de discusión en el marco del semestre europeo, que engloba el conjunto de actuaciones encaminadas a la coordinación de las políticas económicas. Quedan por determinar los análisis a realizar a partir de los indicadores disponibles y las actuaciones a llevar a cabo (o no) cuando los países no avancen sustancialmente en el cumplimiento de los veinte principios del pilar social europeo.

Una visión optimista del acuerdo de Gotemburgo es que conducirá a que los objetivos sociales tengan más peso en la discusión de las políticas europeas porque la presión entre pares y la intervención de los interlocutores sociales y otras partes interesadas harán que los Gobiernos Nacionales avancen más decididamente en la consecución de los mismos.

Me gustaría equivocarme pero creo que hay varios obstáculos para que este escenario favorable se materialice. Uno es que la experiencia de coordinación de políticas económicas en la UE no ha sido, hasta ahora, especialmente fructífera (como se explicaba aquí) y no cabe esperar que resulte más efectiva en el proceloso campo de las políticas sociales. Otra es que sin una intervención más decidida de la Comisión Europea en el desarrollo de programas supranacionales (como los propuestos aquí), es difícil que la orientación efectiva de las políticas sociales de los Gobiernos Nacionales cambie sustancialmente. Finalmente y más importante, hay dos condiciones necesarias para el avance la constitución del pilar social europeo: una disminución sustancial de las tasas de desempleo y un crecimiento más elevado y sostenido de la productividad. Si se alcanzan estos objetivos, los principios de política social podrán atenderse; si no se cumplen, el escenario económico y social de Europa pinta negro (una conclusión que, forzando los términos, se podría enunciar bajo la forma de "coincidencia divina" en política social).

En definitiva, aunque en Gotemburgo hayan pasado cosas, queda mucho camino por recorrer y algunos de los hitos fundamentales para la constitución de la Europa Social Triple A están por discutir. Por ahora, Gotemburgo seguirá estando fuera de mi lista de ciudades europeas donde han ocurrido sucesos verdaderamente sobresalientes (París, Bruselas, Glasgow, Madrid, Stuttgart, Amsterdam, Lisboa, Milán y Cardiff).



26/11/2017 – El Día – Jubilaciones: del parche a la reforma integral

El debate se instaló fuerte esta semana en el Congreso. Hace pocos días, entre los distintos acuerdos firmados por el oficialismo con los gobernadores, apareció un compromiso para modificar la fórmula de actualización de las jubilaciones, pensiones y asignaciones que paga la ANSES. Fin de semana mediante, el proyecto elaborado por el equipo económico, en coordinación con los distintos ministerios, hizo su ingreso por el Senado, aunque esta vez la letra chica generó controversias.

Concretamente, en el pacto fiscal se había consensuado que el nuevo mecanismo de movilidad iba a contemplar un ajuste por inflación, para garantizar el mantenimiento de la capacidad adquisitiva de las prestaciones de la seguridad social. Pero, además, se había acordado que una parte del crecimiento real de la economía se destinaría para permitir que los beneficios crecieran por encima de la inflación.

El proyecto de Ley original cumplía con la actualización siguiendo el índice de precios al consumidor (IPC) del INDEC, tal y como se había firmado, pero repartía solo 0,5% del crecimiento de la economía; un porcentaje que, si bien honraba la letra de lo oportunamente convenido, tenía sabor a poco.

Adicionalmente, sorprendió por la positiva la novedad del ajuste trimestral, porque en épocas de alta inflación evita que haya que soportar seis meses de devaluación de las jubilaciones, hasta el próximo aumento. Pero, por otro lado, la secuencia de actualizaciones arranca en marzo del 2018, cuando ya habrán pasado seis meses de inflación, desde el último ajuste de septiembre pasado. En otras palabras; aunque la formula garantizaba hacia delante el mantenimiento del poder adquisitivo, se perdían tres meses de ajustes en los que la inflación será cercana al 6%.

 

“LO IDEAL SERÍA MANTENER EL CARACTER SOLIDARIO DEL SISTEMA ACTUAL”

Cuando llegó al Senado, el propio jefe de los legisladores de la oposición, Miguel Angel Pichetto, puso el grito en el cielo denunciando que la fórmula propuesta no respetaba lo acordado con los Gobernadores y que debía ajustarse por salarios, para garantizar que se mantuviera una relación estable entre beneficios y aportes, pero también porque esperaba que los gremios capturaran los avances de productividad reflejados en el crecimiento de la economía, mejor que ese magro 0,5% prometido sobre la evolución del PBI.

El dictamen de la cámara que representa a las provincias finalmente ofreció una solución salomónica que capta la evolución de los salarios y la inflación; la nueva fórmula ajustará tomando un 70% del índice de precios al consumidor (IPC) y un 30% de la remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE).

El primer problema es que el índice de salarios podría verse afectado negativamente por razones demográficas, si por ejemplo los trabajadores con más antigüedad se jubilan o aceptan retiros voluntarios y son reemplazados por gente más joven. De hecho, eso fue lo que ocurrió entre 1996 y el 2002, cuando ese indicador perdió 7%.

El segundo problema es que sigue sin recuperarse el trimestre que se pierde por empezar con la nueva fórmula recién en marzo del 2018. Así, por ejemplo, una jubilación de $10.000 que debía aumentar en torno de 1.200 pesos en marzo, solo subirá 600 y hasta el día de hoy nadie se hace cargo de esa diferencia.

 

FORMAS DE FINANCIAMIENTO

Por supuesto a todos nos gustaría que nuestros abuelos cobraran mejor, pero es cierto que existen límites económicos a las posibilidades de actualización. Aun garantizando solo la movilidad que asegura pleno mantenimiento de la capacidad adquisitiva, la población mayor a los 60 años en mujeres y 65 años en hombres, se multiplicará a un ritmo del 2,5% por año, en el próximo cuarto de siglo. Esto quiere decir que la economía necesita crecer a ese 2,5% anual, para que se pueda mantener el pago de todos los beneficios, sin necesidad de aumentar los impuestos que se destinan al sistema, ya sean estos aportes laborales, o tributos de carácter general como el IVA o Ganancias.

Cuando el PBI crece más de 2,5% es posible repartir algo de ese crecimiento, como lo contemplaba la fórmula original que envió el Ejecutivo al Senado, o alternativamente bajar un poco los impuestos. Pero debe quedar claro que, si el crecimiento fuera menor, o el aumento de las jubilaciones mayor, se resiente la sostenibilidad del sistema porque no será posible seguir financiando la masa de beneficios a partir de los recursos corrientes y habrá que discutir en todo caso, cuales son los impuestos que la sociedad está dispuesta a aumentar, para ese fin.

Se nos plantea entonces un límite para mejorar los ingresos de la tercera edad con el sistema actual de reparto, que está basado en una transferencia de recursos intergeneracional, de características solidarias, donde la relación entre los aportes de cada uno al sistema y los beneficios a la hora del retiro, es realmente muy débil.

Pensemos que un mecanismo alternativo en el que pusiéramos una cuarta parte de nuestros ingresos al 3% de interés anual, podría asegurarnos una jubilación del 80% de lo que ganamos en nuestra etapa activa; una cifra que está muy por encima de la miseria que pagan hoy a nuestros viejos.

No obstante, cuando se plantea esta realidad, aparece en la memoria colectiva el fantasma de las AFJP; un modelo que fracasó, entre otras cosas, porque las comisiones cobradas por las administradoras resultaban cuasi confiscatorias.

Lo ideal sería mantener el carácter solidario y redistributivo del sistema actual, pero al mismo tiempo permitir que existan canales que aseguren que cualquier perceptor de ingresos pueda, en su etapa activa, destinar ahorros de manera sistemática, todos los meses, para que complementen su jubilación a la hora del retiro, más allá del tradicional plazo fijo o la alternativa del dólar.

Tenemos una oportunidad histórica de que el debate por la nueva fórmula abra la discusión de fondo, tanto sobre la sostenibilidad del sistema, como sobre las posibilidades de un mejor diseño. Aprovechémosla.

 

fuente: ELDIA.com



domingo, 26 de noviembre de 2017

Científicos preocupados: Segundo aviso

En contra de lo que es habitual en mí, en esta entrada voy a ir al grano a ver si así cala el mensaje. Ojalá.

Hace 25 años, en 1992, la Union of Concerned Scientists (UCS, Unión de Científicos Preocupados, que no *concernidos, como se dice a veces) difundió un "aviso a la humanidad", apoyado por más de 1700 científicos de más de 70 países, incluyendo 104 premios Nobel, que tuvo bastante impacto. El mensaje fundamental era éste (la traducción es mía, y aquí está la declaración íntegra en inglés):

Los seres humanos y el mundo natural están en rumbo de colisión. Las actividades humans infligen daños profundos e irreversibles al medio ambiente y a los recursos críticos. Si no se controlan, muchas de las prácticas actuales ponen en serio riesgo el futuro que deseamos tanto para la sociedad humana como para los reinos animal y vegetal, y pueden alterar tanto el mundo vivo que podría no sustentar la vida como la conocemos nunca más. Son urgentes cambios fundamentales para evitar la colisión a la que nos aboca nuestra dirección presente. (...) Los abajo firmantes, miembros relevantes de la comunidad científica mundial, alertamos aquí a toda la humanidad de lo que se avecina. Hace falta un gran cambio en la manera en que tratamos la tierra y la vida sobre ella para evitar una enorme miseria humana y que nuestro hogar global en el planeta no quede irremediablemente mutilado.

El pasado día 13, y de nuevo promovido por la UCS, se ha publicado un artículo en la revista Bioscience que firman 15 364 científicos de 184 países, y que bajo el título de "La alerta de los científicos a la humanidad: Segundo aviso" (aquí el artículo en inglés, aquí, como parte del material suplementario del artículo, la traducción al español), viene a decirnos que hemos ignorado el primero, y que estamos peor que estábamos en casi todo. Para muestra el siguiente gráfico:

Con la excepción del gráfico de arriba a la izquierda (a.), que muestra como la prohibición del uso de CFCs nos ha permitido eliminarlos y con ello salvar la capa de ozono que nos protege de la radiación ultravioleta, hemos ido a peor en todos los indicadores. Aparecen como especialmente preocupantes el gráfico g., del aumento de emisiones de CO2, principal responsable del calentamiento global (gráfico h.), el descenso de recursos como la pesca (c.) y los bosques (e.), así como la extinción de especies (f.), la que ya se conoce como sexta extinción masiva.

En el año 1992 se nos dijo que, para evitar el desastre hacia el que nos encaminábamos, teníamos que:

  1. Controlar las actividades que dañan el medio ambiente y proteger la integridad de los ecosistemas, de los que dependemos.
  2. Gestionar los recursos de manera más eficiente.
  3. Estabilizar la población.
  4. Reducir y finalmente eliminar la pobreza.
  5. Asegurar la igualdad entre sexos y garantizar el control por la mujer de sus decisiones reproductivas.

 

¿Hemos hecho estas cosas? No. O mejor dicho, pocas, o poco en cada aspecto, y de manera desigual. En términos de población se han hecho grandes progresos aunque queda por hacer en India y África. Es cierto que no hemos eliminado la pobreza pero se ha reducido mucho y caminamos en la buena dirección. Y en términos de medio ambiente hemos hecho progresos, como muestra el caso de éxito de los CFCs, u otros más locales como puede ser la limpieza de los ríos en Europa, pero tenemos un grave problema de contaminación del aire y la madre de todos los problemas en el cambio climático, que como todo problema de gestión de lo común, es muy complicado de resolver.

En el segundo aviso que se nos envía ahora se da una lista más amplia y detallada de medidas que habría que implementar inmediatamente, y que se resumen en una: "La humanidad tiene que encontrar una alternativa sostenible a continuar con el business-as-usual." Y el trabajo no es sólo de los gobiernos; de hecho, como se afirma en el artículo,

Como la mayoría de los líderes políticos responden a la presión, los científicos, los medios, y los ciudadanos de a pie deben insistir ante sus gobiernos en que actúen inmediatamente como un imperativo moral hacia las futuras generaciones. Es también momento de reexaminar y cambiar nuestros comportamientos individuales, incluyendo limitar nuestra propia reproducción (idealmente a la tasa de reemplazo, como mucho) y disminuyendo drásticamente nuestro consumo per capita  de combustibles fósiles, carne y otros recursos.

Aquí habría que insistir en nuestra propia actitud ante el cambio climático: reducir el consumo de combustibles fósiles reducirá las emisiones de CO2, pero hay muchos otros aspectos de los que ocuparse, como nos recuerda la ONU en esta lista de cosas que todos podemos hacer.

Concluyo con dos citas, la primera del artículo del segundo aviso, y de nuevo la traducción es mía:

Las medidas a tomar fueron bien articuladas hace 25 años, pero en la mayoría de los aspectos no hemos hecho caso. Pronto será demasiado tarde para cambiar de rumbo nuestra catastrófica trayectoria, y el tiempo se está agotando. Debemos reconocer, en nuestra vida cotidiana y en nuestras instituciones de gobierno, que la Tierra con toda su vida es nuestra única casa.

La segunda es del Evangelio (Mateo, 11:15):

El que tenga oídos para oír, que oiga.

(Escrito mientras se celebra la COP23, la conferencia mundial sobre el clima en Bonn, que reúne a todos los países del mundo menos a uno, ya que Siria acaba de manifestar su intención de adherirse al acuerdo de París y donde, por dar un solo ejemplo de falta de oídos, España se ha descolgado del grupo de países que van a abandonar el carbón, pese a los muertos que causa.)



El misterio de la inflación

Hace años la política monetaria de los principales bancos centrales del mundo seguía unas pautas generales lógicas y relativamente fáciles de entender. Si se bajaban los tipos de interés se aceleraba la actividad económica. Si ésta se incrementaba demasiado se generaba inflación, lo que hacía reducir de nuevo estos tipos de interés. Como diría William McCherney Martin, antiguo presidente de la FED, los banqueros centrales eran los tipos encargados de llevarse el ponche justo cuando la fiesta empezaba a animarse. Desde la Gran Recesión la situación ha cambiado. La implementación de medidas monetarias no convencionales ha influido en este comportamiento de la política monetaria. Actualmente conviven conceptos que anteriormente eran contradictorios. Por ejemplo, con unos tipos de interés muy bajos, coexisten niveles de inflación también muy bajos, rozando la deflación.  ¿Cómo es esto posible? ¿Es que el ponche ya no anima la fiesta? Hay múltiples razonamientos que intentan explicar este comportamiento de la inflación. Por ejemplo, la mayor globalización existente quizás haga que, al haber una mayor competencia, el precio de los productos en el mercado baje. También se puede argumentar que existen empresas que pueden influir en los mercados al aplicar nuevas tecnologías. Se cita el ejemplo de Amazon, que al cambiar la forma de distribuir, haciéndolo por internet, genera un descenso generalizado del precio de las mercancías con las que trata. En cualquier caso, a nadie se le escapa que la introducción de medidas no convencionales por parte de los bancos centrales tiene que ver con este comportamiento de la inflación. La Gran Recesión fue en sus inicios una crisis financiera, no de producción. Tuvo el origen en las hipotecas subprime americanas y no en una recesión convencional. Por eso para superarla hicieron falta medidas monetarias no convencionales por parte de los bancos centrales.  Estas medias fueron básicamente […]

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viernes, 24 de noviembre de 2017

Japón no es país para liberales simpáticos

Hace unos días se emitía este interesante reportaje sobre la realidad social y laboral de Japón. Elevados índices de suicidio, alarmante aislamiento social, jornadas laborales alienantes… fueron parte de las temáticas abordadas para retratar la actualidad de la tercera economía mundial. La repercusión de este reportaje en España apenas tuvo ni tendrá relevancia, sobre todo al compararlo con la magnitud que alcanzan  otros asuntos mediáticos, y, como era de esperar, ni un solo partidario del liberalismo económico ha alzado en esta ocasión la voz para denunciar la grave situación de una sociedad extranjera que se muere, literalmente, por exceso de trabajo –desde hace más de 30 años existe incluso un término, “karoshi”, para vincular jurídicamente suicidios y ataques cardiacos o derrames cerebrales con excesos de horas trabajadas al efecto de que las familias de los damnificados puedan reclamar indemnizaciones estatales o empresariales-. Llama mucho la atención, por lo tanto, que quienes tanto dicen defender las libertades no solo en España sino también en cualquier parte, que siempre es, sin embargo, muy específica, de los denominados confines del mundo, Venezuela, Corea del Norte, etc… no reparen ahora en denunciar la angustiosa vida que la radicalidad del capitalismo japonés depara a sus salarymen. No hay intervenciones ni comisiones en el Congreso para debatirlo, no hay declaraciones, ni frecuentes ni recurrentes, en los medios de comunicación, tampoco mensajes en redes sociales movilizando a los simpatizantes de ese hippismo liberal disfrazado con piel de cordero, mucho menos entrevistas o audiencias con líderes de la sociedad japonesa para criticar un modelo capaz de llevar hasta la desesperación más fatal a una parte, por lo visto, totalmente desdeñable para los “modernos” valores europeos, de los compatriotas de Japón. Resulta que “cambiar” en este caso no produce ninguna rentabilidad económica y empresarial. Que Japón no es país […]

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jueves, 23 de noviembre de 2017

Nada es Gratis: El libro electrónico

de Juan Francisco Jimeno y Gerard Llobet

Desde su creación, han aparecido en Nada es Gratis cerca de 3.200 entradas. A pesar de que algunas de ellas tienen ya varios años, contienen implicaciones y análisis que aún hoy siguen estando completamente vigentes. Esto no es extraño porque, al fin y al cabo, los principales problemas y retos a los que se enfrenta la economía española no han variado mucho en estos años. Tras navegar procelosamente por la crisis, la economía española sigue a flote pero sin un rumbo fijo hacia dónde dirigirse. Por otra parte, las entradas de NeG suelen estar basadas en un esquema analítico reconocible y en evidencia empírica disponible, lo que permite que sus conclusiones puedan ser sometidas a escrutinio varios años después y, también, servir de base para nuevos análisis o, por lo menos, para señalar por dónde deberían avanzar los debates sobre cuestiones y políticas económicas.

Aprovechando estas circunstancias, hemos pedido a varios colaboradores que seleccionaran algunas de las entradas que han recibido más atención sobre temas económicos de interés y que las comentaran, teniendo en cuenta el contexto en el que aparecieron, su vigencia y su utilidad para guiar los debates sobre economía en la actualidad.

El resultado ha sido un libro electrónico que selecciona de manera razonada 33 entradas en cinco ámbitos relevantes para la economía española: productividad, inmigración, situación fiscal, mercado de trabajo y cambio climático. Acompañando a las entradas en cada uno de los ámbitos se incluye un texto de los colaboradores que las han escogido. En la selección hemos dado prioridad a las más recientes frente a las más antiguas. Algunas entradas han sido mínimamente revisadas, por ejemplo cuando eran parte de una serie, y en muchos casos los colaboradores han añadido una lista de otras entradas que sin estar incluidas en este libro electrónico, sirven para que el lector interesado profundice en algunos aspectos del tema.

El primer capítulo trata de la productividad en España. Josep Pijoan-Mas analiza a través de ocho entradas una de las grandes enfermedades de la economía española: el bajo crecimiento de la productividad. Algunas de las entradas seleccionadas analizan la productividad en España en un contexto internacional; otras van dirigidas a identificar los determinantes de su bajo crecimiento, como por ejemplo, la evolución del capital humano, o el capitalismo clientelar, del que tanto hemos hablado en este blog.

Libertad González ha seleccionado entradas sobre los efectos de la immigración. Vilipendiada por muchos y valorada por otros, la immigración no solo es un tema importante desde el punto de vista económico sino que también tiene consecuencias humanitarias, tanto para los países de destino como para los de origen, cuya importancia no siempre se destaca suficientemente.

Nacho Conde-Ruiz y Juan Rubio-Ramirez nos hablan de otro de los males más importantes de la economía española en los últimos años: la crisis fiscal que nos ha llevado a mantener déficits de cerca del 3% a pesar del gran crecimiento del PIB de los últimos años. Con una selección esmerada de entradas sobre esta cuestión, Nacho y Juan nos ilustran sobre las consecuencias de un sistema fiscal mal diseñado y nos recuerdan los retos del futuro, en gran parte relacionados con el futuro coste de las pensiones.

El mercado laboral, disfuncional y mal diseñado, ha sido con buen motivo el tema que más atención ha recibido en NeG, dando lugar a un número ingente de entradas. La dualidad entre trabajadores temporales e indefinidos, la gran destrucción de empleo que resultó de la crisis económica y el derrumbe de los salarios en los últimos tiempos son tres de los aspectos que se discuten en las siete entradas seleccionadas en esta sección. En los textos aportados por Samuel Bentolila y Marcel Jansen se trata el asunto con el equilibrio que requiere un tema que ha sido objeto de tantos debates, discusiones, análisis y propuestas tan controvertidas como, por ejemplo, la referida al contrato único.

Finalmente, hemos querido incluir un tema que, sin ser específico de la economía española, será sin duda uno de los retos más importantes que tendremos que afrontar: el cambio climático, sus efectos y sus consecuencias económicas. Para ello hemos contado con Anxo Sánchez, a quien los lectores habituales de NeG conocen bien por haber tenido la paciencia durante muchos años de explicarnos de manera muy pedagógica aspectos relevantes de las ciencias “duras”. Anxo ha seleccionado seis entradas que hablan de las consecuencias del cambio climático (y no solo sobre el medio ambiente) y de las iniciativas que se han desarrollado en los últimos años para controlarlo.

Por supuesto, estos cinco temas no cubren todas las áreas en las que Nada es Gratis ha contribuido al debate económico en España en los últimos años. Nos hemos dejado en el tintero (quizás para una futura edición) temas tan interesantes como la corrupción, la crisis bancaria, las infraestructuras o la igualdad de género.

Este libro electrónico sale hoy a la venta para Kindle a un precio simbólico de 5 euros. Los ingresos se dedicarán a financiar actividades futuras del blog. Hemos tenido la suerte de que los lectores hayan valorado nuestro trabajo y hayan donado generosamente en las campañas que hemos lanzado anteriormente, lo que ha permitido que aún sigamos en activo. Como agradecimiento, regalaremos este libro a todos los que realicen donaciones a la Asociación Nada es Gratis por encima de 20 euros.

Creemos que este libro electrónico puede constituir una útil herramienta pedagógica para institutos y universidades, dado que ilustra cómo la investigación económica puede contribuir al diseño y la evaluación de políticas públicas. Por ello nuestro objetivo es hacerlo accesible de manera gratuita a docentes españoles, animándoles a que incorporen estos textos como herramienta de debate en sus clases.

Solo nos queda agradecer a Manu García su ayuda técnica para el diseño, edición e impresión de este primer libro electrónico de NeG. Esperamos que les guste y les animamos a que nos cuenten (aquí) si ha sido así o si tienen críticas, sugerencias o comentarios.



martes, 21 de noviembre de 2017

19/11/2017 – El Día – ¿La inflación es solo un fenómeno monetario?

“La inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario, en el sentido de que solo es y puede ser producida por un incremento más rápido de la cantidad de dinero que de la producción” fue la famosa frase que Milton Friedman inmortalizó y que refleja el espíritu del monetarismo.

De hecho, si uno mira los datos de la evolución en la cantidad de dinero en los últimos 12 meses, se observa que los medios de pagos se expanden al 26% interanual. Entonces dado que la economía está creciendo solo al 5,6% en el último mes, es evidente que sobra dinero. Más precisamente hay un sobrante monetario del 19%. No sorprende entonces que cuando anualizamos la tasa de inflación del 1,5% que midió el INDEC en octubre, arroja precios que corren a una velocidad anual del 19,5%.

Pero si esto fuera tan simple, la solución del problema sería muy fácil; dejemos de emitir dinero y se frenarán automáticamente los precios.

Ocurre que, aunque en el mediano plazo la relación entre la cantidad de dinero y los precios resulta inobjetable, el mecanismo por el cual el dinero causa a la inflación no es tan lineal.

Supongamos que el Banco Central se planta y no emite más dinero. A su turno los gremios acuerdan con la patronal aumentos salariales del 20% y los empresarios luego remarcan sus precios en esa magnitud. Lo que ocurrirá es que no habrá cantidad de pesos suficientes en la economía, como para hacer efectivas todas esas transacciones, lo que quiere decir que no será posible convalidar esos precios y esos salarios. Entonces los comerciantes venderán menos y muchos trabajadores no conseguirán empleo. Si estuviéramos tratando de bajar 2 puntos, en un contexto de una inflación del 6%, esto no sería muy problemático, porque la actividad en vez de crecer al 3%, crecería al 2%. El problema es que en un escenario de aumentos del orden del 20% la insuficiencia monetaria sería tan grande que la recesión que ocasionaría la medida de freno total en la emisión, sería dramática.

LAS METAS DE INFLACIÓN

Por esta razón la Autoridad monetaria eligió un camino alternativo que es el programa de metas de inflación.

Lamentablemente el mecanismo no es muy conocido por parte del público y ni siquiera los empresarios tienen claro su funcionamiento. La consecuencia es que la gente se pone nerviosa cuando observa la lentitud con la que baja la inflación y muchos piensan que el gobierno no está haciendo lo suficiente para combatir el flagelo de los aumentos.

Pero lo cierto es que el juego aquí es al revés que en el caso anterior. Concretamente, el Banco Central establece una meta, como quien se compromete a bajar un determinado peso con una dieta.

Si la institución tuviera plena credibilidad, los formadores de precios simplemente actuarían en consecuencia, limitando los aumentos al objetivo fijado por el regulador. Acto seguido, el Banco Central emitiría el dinero necesario para que todas las operaciones pudieran llevarse adelante y no habría ningún problema de disponibilidad de medios de pago, por lo que la tasa de interés, que es el precio que refleja la escasez de moneda, se mantendría sin cambios.

Si, en cambio, la reputación del Central no fuera tan grande como para convencer a los agentes económicos, lo que ocurriría es lo que pasó durante el año en curso, donde por ejemplo Sturzenegger dijo que la meta era 17% pero los salarios y precios de la economía van a cerrar el año entre 23 y 25% arriba del 2016..

Volviendo a la analogía del paciente con problemas de sobrepeso, la formula no cumplió con el objetivo, pero tampoco defraudó tanto. La meta era bajar de 120 a 90 kilos y nuestro héroe termina el año pesando 95. Lo felicitamos por el esfuerzo, pero hay que seguir con la dieta, porque la meta de este año es que llegue a los 80kg.

En el caso de la política monetaria, la dieta es la tasa de interés, que toda vez que los precios corren más rápido de lo planeado, sube, encareciendo el crédito, reforzando las expectativas y congelando el dólar, para por esos tres caminos domar a la inflación.

LOS ENEMIGOS DE LA POLÍTICA DE DESINFLACIÓN

Por si no fuera difícil la tarea de coordinar expectativas para pinchar los precios, la economía está atravesando correcciones de precios relativos (tarifas) y tiene ahora un tipo de cambio flexible, en una sociedad que no está acostumbrada a flotar y se pone nerviosa con cada cambio en el precio del dólar.

Es evidente que los tarifazos generan inflación por sí mismos, pero también porque al subir costos de producción y comercialización, empujan en su tránsito a la góndola los precios de los bienes y servicios.

Al mismo tiempo, aunque es cierto que la economía ya no traslada linealmente los aumentos del dólar al mostrador, como lo hacía antes, la suba repentina previa a las PASO termino generando un salto en los precios mayoristas del 2% adicional entre julio y septiembre, que obviamente llega al minorista tarde o temprano.

El Banco Central podría no convalidar estos aumentos circunstanciales con más dinero en la calle, pero si lo hiciera no alcanzarían los precios para todas las operaciones de la economía y como hemos visto, en el corto plazo, ello redundaría en una recesión.

El desafío entonces es doble, porque la fuente de las subas no es siempre monetaria y aun cuando la autoridad intente convencer a la gente de que frenará los niveles de emisión, con cada tarifazo la credibilidad de la institución se erosiona y sus dietas surten menos efecto.

fuente: ELDIA.com



¿Por qué realmente era importante la Agencia Europea del Medicamento para Barcelona?

Ya es, lamentablemente, un hecho: Barcelona fue eliminada ayer como candidata a ser la sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Desde que el 7 de septiembre los independentistas decidiesen saltarse la Constitución y el Tratado de la Unión y tomaron el camino a ninguna parte de la independencia, Catalunya ha entrado en el caos.

Los independentistas son una fábrica de excusas y lamentos, y siguen la estrategia de posverdad de Trump. Prometieron reconocimiento internacional y mintieron. Hoy ya sabemos que los cinco países del Consejo de Seguridad de la ONU y los 27 países europeos han dicho que no reconocerán la independencia.

BARCELONA no será la sede de la Agencia del Medicamento.

Ya es oficial: ⚠️ BARCELONA ⚠️no será la sede de la Agencia del Medicamento. La ciudad lo tenía todo para conseguirlo y dice adiós a miles de empleos de calidad que los centros I+D habrían traído consigo. Hoy en Las Mañanas de Cuatro he estado muy duro, lo sé. Pero es indignante que algunos sigan negando la mayor 👇 Te dejo el vídeo y me entenderás

Geplaatst door José Carlos Díez op maandag 20 november 2017

1. Consecuencias de perder la sede de la Agencia Europea del Medicamento

Prometieron que el empleo, los salarios y las pensiones mejorarían y sólo el intento de independencia provocó el caos. El mayor riesgo fue la fuga de depósitos que podría haber provocado una grave crisis bancaria y otra depresión que aumentaría de nuevo el paro y la pobreza de los catalanes y de todos los españoles y europeos. Por suerte, los bancos se trasladaron a Valencia y a Alicante y el seguro de depósitos español y el acceso al BCE evitaron el gran daño que estos insensatos podrían haber provocado a millones de ciudadanos inocentes.

Luego llegó la fuga de empresas y el hundimiento del turismo. Pero sin duda, tras el riesgo de quiebras bancarias, lo peor que han provocado los independentistas es la pérdida de la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Y le puede seguir el Mobile World Congress o hasta a Messi, que ha advertido que no renovará hasta que quede claro que el Barça jugará la liga española y la Champions.

1.1 La ciudad condal ha perdido casi 1.000 empleos directos de la Agencia y unos 5.000 indirectos.

Traslados de empresas farmacéuticas internacionales de Londres a Barcelona que habrían trasladado sus centros de decisión y sus centros de innovación. Empresas que habrían contratado a miles de jóvenes universitarios catalanes que les habrían pagado sueldos europeos y que habrían elevado los del resto de trabajadores (serían un bien más escaso y tendrían más poder de negociación salarial y de condiciones de trabajo).

1.2 Un gran daño a la marca Barcelona

La decisión de no venir refleja el gran daño que los independentistas han hecho a la marca Barcelona y, en cuanto a la marca Catalunya, ésta era desconocida en el mundo y lamentablemente ahora se asocia al caos. La reputación mundial de la marca Barcelona comenzó en 1992 con las Olimpiadas y costó 25 años ganarla con el esfuerzo y el buen hacer de millones de barceloneses, gobierno, empresas, trabajadores, universidades, fundaciones, etcétera. Estos insensatos se la han cargado en un solo mes. La reputación se puede recuperar, pero costará años de buen hacer para conseguirlo.

1.3 Muchos laboratorios se irán 

El problema es que la inestabilidad que proyecta Barcelona -que es la causa de perder la Agencia del Medicamento Europeo-, va a llevar a que muchos laboratorios se vayan de Barcelona, así como sus centros de decisión e innovación (que se trasladen a otras ciudades españolas que ofrezcan más estabilidad). Y los jóvenes catalanes que quieran acceder a esos trabajos tendrán que emigrar de Catalunya.

2. Colau y la Agencia Europea del Medicamento

La pasada semana supimos que, cuando Colau negociaba el pacto con el PSC, les pidió que no le dieran mucho bombo a este tema ya que las bases de su partido eran contrarias a la Agencia y a la comercialización de fármacos. Además, se temían que metiera más presión sobre el precio de los alquileres.

Ada Colau prometió mejorar el acceso a la vivienda de los barceloneses y en sus dos años de mandato el precio de los alquileres en su ciudad han registrado una subida superior a la que se produjo durante la burbuja inmobiliaria antes de la crisis. Su solución para que bajen los precios es reducir el turismo y evitar que Barcelona sea la sede de la Agencia del Medicamento. Bravo.

3. ¿Qué hizo el (ya cesado) gobierno de la Generalitat mientras tanto?

Puigdemont y Junqueras tenían todos sus esfuerzos en preparar el Procés y no tenían tiempo material para dedicarse a atraer la Agencia Europea del Medicamento a Barcelona. Abrir cuentas en suiza, crear una agencia tributaria propia, un banco central propio, un sistema judicial (que exige mucho trabajo y dedicación)… Y ahora nos quieren hacer creer que no hubo DUI y que nada de lo que todos vimos pasó. El problema de la posverdad no es sólo que los políticos mientan a los ciudadanos y que estos se crean sus mentiras, el mayor problema es que nos tratan como si fuéramos Forrest Gump.

En la reciente encuesta de El Periódico, un 60% de los catalanes reconocen que el intento de independencia ha sido perjudicial. Entre ellos, un 33% de catalanes que en las pasadas elecciones votaron a los independentistas. De estos depende el futuro de los catalanes. Si a pesar de reconocer que la independencia es perjudicial vuelven a votarles, los catalanes ya pueden subir a Montserrat y rezar a la virgen todo lo que sepan.

 

Agencia Europea del Medicamento

 

Mantengamos los dedos cruzados hasta el 21D.

 

blog josé carlos díez

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lunes, 20 de noviembre de 2017

Conferencia sobre Richard H. Thaler, Premio Nobel de Economía 2017

El pasado jueves 16 de Noviembre tuvo lugar, en la sede de la Fundación Ramón Areces, la tradicional conferencia anual de carácter divulgativo organizada junto con la Asociación Española de Economía, dedicada a explicar la investigación de los galardonados con el Premio Nobel de Economía de este año. Como ya les hemos contado, esta vez se trataba de describir el trabajo de Richard Thaler y "sus contribuciones al área de la Economía del Comportamiento".

En esta ocasión, tras las presentaciones de Alfonso Novales y Juan Francisco Jimeno, actual presidente de la Asociación Española de Economía, tres fueron los ponentes, todos ellos conocidos de este blog. Tano Santos, se centró en explicar el pionero trabajo de Thaler en el área de las finanzas del comportamiento, y en particular explicó los conceptos de contabilidad mental y el efecto posesión. Nagore Iriberri, de la que les hemos hablado aquí, nos explicó cómo Thaler fue fundamental para introducir como motivación de los agentes económicos las preferencias sociales y el concepto de justicia, y cómo sus diseños experimentales con los muy conocidos juegos del dictador y del ultimatun, han influido posteriormente en el área. Por último, Pedro Rey habló de la aportación de Thaler al diseño de políticas públicas a través de "pequeños empujones" ("nudges").

Por petición de algunos de ustedes, actualizaremos esta entrada colgando el video de las tres presentaciones en cuanto estén disponibles. No obstante, ya pueden encontrar el audio completo aquí. De momento, les dejamos los videos de las entrevistas previas realizadas en la sede de la Fundación Areces a los tres ponentes.

Además, si se encuentran en Barcelona, tienen dos oportunidades más de asistir a una charla completa de Pedro Rey sobre el trabajo de Thaler. La primera, este mismo jueves en la Facultad de Economía y Empresa de la Unversidad Autónoma de Barcelona. La segunda, el 11 de Diciembre a las 7pm en la sede de la Societat Catalana d'Economia.



¿Qué requisitos debo cumplir para realizar una reunificación de deudas?

Según datos recogidos por el Banco de España (BDE) a lo largo del año 2017, en nuestro país cada ciudadano tenía de media en su poder dos tarjetas de crédito y con ellas, todas las responsabilidades y riesgos que conlleva su uso y mantenimiento. El número de operaciones que se realizan a través de tarjetas de crédito dentro del territorio español se han incrementado en el segundo trimestre de este año en casi un 13%. Sin embargo, España, en relación al resto de países de Europa, tiene un índice de morosidad del crédito concedido por los bancos del 9,37%, lo que implica que existen graves dificultades para hacer frente a las deudas. Datos que chocan entre sí, pues gastamos más por la facilidad que nos aportan las tarjetas, pero nos estamos endeudando más por ello. Llegar a fin de mes no es tarea fácil, y eso lo están viviendo cada vez más personas con o sin cargas familiares pues, además de tener que hacer frente a los gastos diarios, los recibos y alimentación, debemos sumarle los posibles préstamos que hayamos contratado, ya sea para comprar una casa, hacer una reforma o tener por fin el coche que siempre quisimos. Aproximadamente un 43,2% de los españoles declaran llegar justos a final de mes y casi un 10% tiene que echar mano de los ahorros. No pagar una cuota que le debamos a una entidad o prestamista por un crédito que nos concedió previamente podría sancionarnos y aumentar la deuda adquirida, entrando en una espiral de endeudamiento complicada de solventar. Para salir de este bucle podemos recurrir a una reunificación de deudas, lo que nos proporcionará una fusión de nuestros créditos para poder tener deshago económico a final de mes. Unificar todas las deudas significa crear una nueva hipoteca (si teníamos una […]

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domingo, 19 de noviembre de 2017

Mecenazgo y Altruismo

A principios del año 2012, el que en ese momento era Ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, anunció una inminente Ley del Mecenazgo destinada a promover las contribuciones privadas a actividades culturales. Como sabemos, esta iniciativa, como muchas otras, duerme el sueño de los justos y solo se aprobó un modesto cambio consistente en incrementar las deducciones en el IRPF por donaciones, que ahora son de hasta el 70% para los primeros €150 y para aquellas contribuciones recurrentes. El resto de las donaciones tienen una deducción del 30%. La excepción son las consideradas “actividades prioritarias de mecenazgo” cuyas deducciones son del 80% y 35%, respectivamente. Curiosamente esta no es la primera ley del mecenazgo que no llegó a ningún lado y ya hubo una propuesta en 2002, lo que sugiere que la dificultad de articular propuestas más allá de las deducciones fiscales.

La financiación pública o privada de actividades como la cultura es especialmente polémica desde el punto de vista político, y que podríamos describir a través de sus dos posiciones más extremas. En un extremo estarían aquellos que creen que, como principio, la cultura debería tener financiación únicamente pública y consideran injusto que museos, teatros o instituciones educativas (bienes públicos) posean mecenas privados que tengan una placa con su nombre mientras se benefician de deducciones fiscales por hacerlo. En el otro extremo, estarían los que creen que un sistema financiado por las contribuciones privadas es más adecuado porque la visibilidad de los benefactores no va en detrimento de la sociedad y sus contribuciones permiten redirigir el gasto público a aquellos aspectos de menor visibilidad que de otra manera no se proporcionarían o, directamente, a bajar impuestos.

Estas dos posiciones extremas están basadas en diferentes concepciones “morales” sobre qué significa la contribución privada a bienes públicos y, por ello, dirimir qué postura es mejor es cuestión más de ideología que de economía, tal y como hemos discutido repetidamente en este blog (por ejemplo, aquí). Por este motivo, no es mi interés decir nada a ese respecto y en esta entrada discuto, en cambio, hasta qué punto la investigación en economía permite entender cuál es la motivación detrás de las contribuciones privadas y de los actos de mecenazgo en particular. Como muestro a continuación, la respuesta a esta pregunta determina cuál es la efectividad de las contribuciones privadas como substituto de la financiación pública.

Los primeros trabajos interesados en entender el efecto de la filantropía en general han partido de la idea que mecenas y benefactores se movían por altruismo, entendido como su interés en que algunos bienes públicos se proporcionaran. Esta motivación daba lugar a implicaciones tan sorprendentes como poco realistas. Así, trabajos como Warr (1982) predecían que incrementar la financiación vía impuestos de bienes públicos aumentaba eso no generaba un aumentaba los fondos de las instituciones porque los benefactores (que veían que el bien se seguiría financiando igualmente) decidían disminuir sus aportaciones en la misma medida. Es decir, cada euro de dinero público desplazaba (en inglés crowded-out) un euro de dinero privado.

Que algo de desplazamiento existe parece intuitivo dado que un incremento de impuestos para pagar un aumento en el gasto cultural, por ejemplo, implica que los contribuyentes tendremos menos dinero y decidiremos reducir nuestras aportaciones primero de aquellas actividades que ahora tienen una mayor financiación. Es algo parecido a lo que oímos a veces de gente que dice no dar dinero a ONGs porque ya las está financiando a través de sus impuestos.

Las estimaciones de la mayor parte de los estudios (ver Andreoni (2004) para un resumen de la literatura) muestran que, efectivamente, el dinero público desplaza en parte la financiación privada y eso explicaría por qué tenemos diferentes modelos según el país: en algunos los bienes públicos se financian principalmente a través de dinero público y en otros la financiación proviene en gran parte a través del dinero privado. Sin embargo, los resultados indican que el desplazamiento nunca es del 100%. Es decir, el altruismo no puede explicar por qué la gente dona dinero.

Este resultado ha llevado a intentar explicar la filantropía como resultado de motivaciones “egoístas”. Es lo que se ha llamado en inglés “warm-glow of giving” o altruismo “impuro” (ver Andreoni (1990)) y que implica que para el mismo nivel de financiación de un bien público, derivamos mayor satisfacción si somos nosotros los que hemos aportado ese dinero. Puede que sea porque nos sentimos mejor con nosotros mismos o, quizás, porque la placa que la institución ha puesto con nuestro nombre nos otorga una reputación ante el resto de la sociedad.

Si el motivo de las donaciones proviene del altruismo puro o impuro es importante a la hora de decidir qué deducción deberían tener estas actividades en la declaración de IRPF. Si las donaciones se deben únicamente la altruismo, aumentar la deducción no debería tener efectos prácticos: la disminución en los ingresos fiscales sería idéntica al incremento en la contribución privada. Sin embargo, si los ciudadanos nos beneficiamos de estas donaciones, aumentar la donación podría tener un efecto mucho mayor.

El trabajo de Ottoni-Wilhelm, Vesterlund y Xie (publicado recientemente en el American Economic Review) es uno de los primeros intentos de entender cuando una motivación es más importante que la otra. Para ello, construyen el siguiente experimento. Con la ayuda de la Cruz Roja lanzan una fundación para proporcionar libros a niños cuyo hogar ha quedado destruido por un incendio. La Cruz Roja ya estaba ayudando a estos niños y sus familias para otros propósitos y este dinero es, por tanto, una ayuda adicional. A cada uno de los individuos del expermiento (los donantes) se le daba dinero (entre $40 y $46) que podían decidir si destinaban al niño que se le había asignado o se lo quedaban. Como parte del experimento, también se les informaba del dinero que la fundación iba a dar directamente a los niños, y que oscilaba entre los $4 y $34. Esta variación entre el dinero que tenían los donantes y las aportaciones de la fundación les permite distinguir qué parte de la donación se debe al interés en una aportación total determinada (el altruismo) o en la parte de la misma que los individuos quieren hacer.

Sus resultados son interesantes porque muestran que cuando hay poco dinero disponible un incremento de la aportación por parte de la fundación de $1 genera una disminución en la donación privada de prácticamente la misma magnitud ($0.94). En cambio, cuando el dinero total es mayor la disminución es mucho más reducida ($0.77). Es decir, el desplazamiento es menor cuanto más dinero vaya a recibir el niño. Estos resultados sugieren que el altruismo es una motivación importante cuando el nivel de financiación de un bien público es bajo pero a medida que las aportaciones totales al bien público aumentan los individuos colaboran por la satisfacción individual que ésto les genera.

Esta interpretación de los resultados sería consistente con la idea de que en la financiación básica de los bienes públicos las aportaciones privadas no generan ganancias adicionales y, por tanto, el uso de deducciones hará poco para aumentar los fondos disponibles. Sin embargo, las deducciones pueden ser útiles si se trata de incrementar la financiación de bienes públicos que ya tiene un buen nivel. Eso, claro, si no nos importa tener una placa con el nombre de los benefactores en la puerta.



jueves, 16 de noviembre de 2017

Estrategias en los referéndums por la independencia

En los últimos tiempos ha habido un aumento del uso de la Teoría de Juegos para analizar negociaciones conflictivas, como las habidas entre el gobierno griego de Tsipras y la Troika o las del Brexit. En España se ha aplicado al análisis del procés. Uno de los aspectos importantes que se suele estudiar es la consistencia temporal de las acciones. Por ejemplo, Clara Ponsatí, a quien egoístamente me gustaría volver a ver cuanto antes en la vida académica, analizaba (aquí) las acciones tras una hipotética independencia de Cataluña: las amenazas por parte de España de vetar su incorporación a la UE no son creíbles porque, una vez independiente, estará en el interés de la propia España el que Cataluña sea un país próspero dentro de la UE. El análisis parte de una independencia de común acuerdo y sin tener en cuenta otras consideraciones como el efecto disuasorio para prevenir otros posibles procesos de independencia. El análisis de Ponsatí puede ser correcto, pero solo con esos supuestos. Si los cambiamos podemos llegar al resultado opuesto.

Voy a intentar un análisis de consistencia temporal en otro aspecto de un proceso de independencia y lo haré en varios escenarios. No seré exhaustivo, así que si el lector advierte que falta incluir algún supuesto relevante no solo no me parecerá mal, sino que estaré encantado de ampliar el análisis incorporándolo.

Pongamos que una región, estado o comunidad autónoma, llamémosla CAT, quiere mayoritariamente separarse de un país, que llamaremos ESP. Sin embargo, la región no es homogénea: hay una provincia, BNA, en la que el deseo por la independencia no es mayoritario. ¿Qué podría pasar en un mecanismo de decisión sobre la independencia? Si las opciones son votar SÍ y votar NO a una independencia y si los resultados son la independencia de toda la región o su no independencia, el teorema de May nos dice que cada cual votará sinceramente. En consecuencia, CAT será independiente a pesar de que una parte no lo desee. Esta situación es poco interesante desde el punto de vista estratégico, como también es poco interesante el caso en que CAT no desea mayoritariamente la independencia.

Añadamos el siguiente aspecto: si CAT vota SÍ y BNA vota NO, entonces CAT se hará independiente, pero sin BNA. En esta nueva situación, a pesar de que las opciones en la votación sean, como antes, SÍ y NO a la independencia, los resultados posibles son tres (independencia de toda la región, independencia de la región sin la provincia y no independencia), por lo que el teorema no se aplica. Es más, según el teorema de Gibbard–Satterthwaite ningún sistema de votación está libre de voto estratégico. Veámoslo ilustrado en tres procedimientos de decisión.

Lo primero es definir las preferencias del votante mediano de cada parte. Puede entenderse como el votante o grupo de votantes pivote, de cuyo voto depende que el resultado en la consulta sea uno u otro. Pongamos que estas preferencias son como las anotadas en la Tabla 1. En lo que sigue, CAT será toda la región menos BNA (implícitamente asumimos que el voto del grupo pivote en BNA no altera el total de CAT).

Tabla 1: preferencias 1

En la Tabla 1, “Independencia parte” significa que CAT es independiente, pero sin la provincia BNA, que se queda en ESP. Si en las preferencias de CAT “Independencia parte” fuera preferido a “No independencia”, en CAT la estrategia de votar SÍ en un referéndum sería mejor en cualquier caso y, sabido esto, en BNA también ganaría la opción SÍ. De nuevo, esta situación es poco interesante estratégicamente a la par que seguramente poco realista si BNA es una provincia muy poblada y que contiene a la capital política y económica. La columna “Valor” indica que para cada territorio la mejor opción vale 2, la siguiente vale 1 y la última, cero. Los números son irrelevantes, basta con que indiquen el orden de preferencia.

La Tabla 2 muestra el juego al que se enfrentan CAT y BNA en un referéndum. Cada parte (cada votante mediano) elige entre votar SÍ y votar NO. Si en ambos territorios sale SÍ se produce la independencia con todos los territorios. En este caso el votante mediano de CAT gana 2 y el de BNA gana 1. Si en CAT gana el SÍ y en BNA gana el NO la independencia se produce sin la provincia BNA. Las ganancias son 0 para el votante mediano en ambos territorios. Si en CAT gana el NO, no importa el resultado en BNA, puesto que no se producirá la independencia en ningún caso. El votante mediano de CAT gana 1 y el de BNA gana 2.

Este juego tiene dos equilibrios: en uno de ellos, en ambos territorios se vota SÍ, mientras que en el otro, ambos votan NO. Obsérvese que si cualquiera de los territorios anticipa que el otro vota SÍ, entonces tendrá todo el motivo para votar también SÍ. Con el otro equilibrio las cosas no están tan claras para BNA. Es cierto que si BNA anticipa que CAT votará NO, le da igual votar SÍ o NO, ya que en cualquier caso no habrá independencia. Pero si tiene alguna duda del resultado del referéndum en CAT, BNA hará mejor en votar SÍ. Anticipando esto, CAT votará SÍ. Esta manera de votar da un resultado favorable a la independencia en todos los territorios si las preferencias son las indicadas.

Tabla 2: el juego con preferencias 1

Si, en cambio, en BNA el votante mediano prefiere quedarse en ESP aunque el resto de CAT se independice, las cosas son distintas. Las siguientes tablas muestran las nuevas preferencias y el nuevo juego.

Tabla 3: preferencias 2

Tabla 4: el juego con preferencias 2

Si el mecanismo de decisión contiene un elemento temporal por el cual un territorio puede echarse para atrás tras saber el resultado del referéndum, tendríamos unos escenarios interesantes. Pongamos que primero vota CAT (toda la región) y luego, si gana el SÍ, BNA decide si mantenerse dentro de CAT o si se queda en ESP. En ese caso, BNA votará mantenerse en la nueva CAT independiente si sus preferencias son como en la Tabla 1 y no independizarse con CAT si son como en la Tabla 3. Anticipando esto, CAT votará SÍ en el primer caso y NO en el segundo.Ahora el único equilibrio es que ambos territorios voten NO. Es más, para BNA votar NO es estrictamente mejor si hay cualquier pequeña duda sobre el voto de CAT.

Si después del referéndum con resultado SÍ en toda CAT, pero NO en BNA, quien puede echarse para atrás es CAT, da igual cómo sean las preferencias de BNA, en BNA ganará el NO sabiendo que CAT no seguirá adelante con la independencia y, de esta manera, conseguirá su mejor resultado. La Tabla 5 resume las distintas posibilidades.

Tabla 5: los distintos resultados según preferencias y método de decisión

Algún lector tal vez se esté preguntando cuál es la decisión correcta, la que mejor refleja las preferencias de CAT y de BNA en cada caso. Malas noticias: no existe tal cosa como la decisión correcta. Hay maneras de decidir que llevan a distintos resultados y maneras que logran una mayor aceptación que otras.Según este análisis, lo que debería negociar ESP, con el apoyo de BNA, sería que CAT tuviera la última palabra. Frente a esto, tanto CAT como BNA intentarán mostrar que tienen las manos atadas una vez se haya hecho la votación, de manera que no habrá posibilidad de echarse atrás. En un escenario realista, sin embargo, parece que siempre será posible que CAT decida no optar por la independencia si BNA vota NO. Alternativamente, BNA deberá hacer creer a CAT que sus preferencias son como en la segunda tabla o, por lo menos, causar una duda lo suficientemente razonable para que el voto SÍ de CAT sea muy arriesgado.