lunes, 13 de noviembre de 2017

Ada Colau y los costes de la independencia

Ayer vivimos el episodio XXIII de la crisis catalana. Ada Colau pidió a sus bases que decidieran si continuaba el pacto con el PSC en el ayuntamiento de Barcelona y ella, como siempre, fue neutral. 2.000 militantes de su partido acaban de dejar a Barcelona sin gobierno (Colau tan sólo tiene el 25% de los votos). Tiene suerte porque le protege la ley y en los ayuntamientos no puede haber elecciones anticipadas, ya que en una comunidad autónoma o estado habría una crisis política de alto voltaje.

Me contaron una anécdota de Fidel Castro en una barbacoa en la Habana. Pudieron hacer la barbacoa donde no había césped, pero el comandante ordenó romper el césped para construirla ya que la revolución tenía que romper. Colau es una antisistema y supera a Fidel Castro, que fue infinitamente más pragmático que ella. Por ejemplo, copió el modelo centenario de Aguas de Barcelona de participación publico-privada que ahora Colau está obsesionada en cargarse. Y la verdadera razón de hacerlo es que Colau necesita romper, como volvió a demostrar ayer.

1. Catalunya versus Portugal

Antonio Acosta versus Ada Colau

REUTERS/Hugo Correia

Los catalanes estaban en el carril de la recuperación gracias a las políticas del BCE y al buen hacer de sus empresas y trabajadores (con crecimiento del empleo próximo al 4% anual). Pero los delirios independentistas les han metido en un agujero negro del que será muy difícil salir.

Un principio de la física nos enseña que para salir de un agujero se tiene que consumir al menos la misma energía que para entrar, y los catalanes le han puesto mucha energía para entrar en este agujero.

Mientras, el mundo fuera de Catalunya se mueve a toda velocidad. Esta pasada semana estuve en Lisboa en el Websummit, el mayor evento de tecnología de Europa con 60.000 asistentes. Tienen un gobierno de izquierdas estable, que defiende la estabilidad presupuestaria y la necesidad de reducir la deuda, con un liderazgo fuerte de Antonio Costa y las encuestas anticipan que tendría mayoría absoluta si hubiera hoy elecciones.

Portugal tiene más problemas que España, más precariedad, más cicatrices de la crisis que nosotros pero ofrece más estabilidad y, por primera vez en una década, es más atractiva para la inversión extranjera. Lisboa es la ciudad europea de moda, ya que se beneficia del turismo que huye de la inestabilidad de Barcelona; también la inversión inmobiliaria que han espantado los independentistas y muchos innovadores europeos empiezan a mirar a Lisboa para desarrollar sus negocios.

2. Catalunya versus Andalucía

En España, S&P acaba de subir el rating a Andalucía hasta BBB+. La agencia destaca un gobierno estable que ya ha aprobado sus presupuestos para 2018, fuerte crecimiento, baja deuda, cumplimiento sistemático de los objetivos de déficit y es la comunidad autónoma donde los proveedores cobran antes sus facturas. Tras una crisis de crédito, Andalucía ya ha recuperado el crédito internacional.

Muchos catalanes podrían pensar que Andalucía ens roba. Pero como se puede comprobar en el gráfico de abajo, Andalucía tiene un ratio de suficiencia de ingresos por debajo de la media (y de Catalunya, que está en la media también). Y además, del nuevo modelo de financiación de 2009, del que Catalunya ha sido la más beneficiada, Andalucía ha empeorado su posición. Por lo tanto, la mejora del rating andaluz ha sido fruto de la buena gestión y con el viento en contra.

 Ada Colau y los costes de la independencia

Los mismos también podrían decir que Andalucía se beneficia de inversiones del estado y que Catalunya está maltratada. En el gráfico de abajo se observa la inversión pública por habitante del Estado que incluye Ministerio Fomento, Aena, Adif, Feve y Puertos del Estado. Catalunya es la comunidad que más dinero ha recibido desde 1991, fecha en la que hay datos disponibles regionalizados. Y un catalán ha recibido un 20% más que un andaluz. Andalucía es una comunidad de baja renta por habitante y objetivo 1 de fondos europeos. Si eliminamos esos fondos, fruto de la solidaridad de nuestros socios europeos, un catalán ha recibido el doble de inversión pública de la administración central del estado español que un andaluz.

 Ada Colau y los costes de la independencia

2.2 ¿Qué está sucediendo en Andalucía?

La provincia de Sevilla es donde más creció el empleo en la última EPA (7% anual). Los de antes dirán que son camareros. Por supuesto que Sevilla es una de los grandes centros turísticos mundiales y ha recibido este año 2 mill de turistas. Pero Barcelona ha recibido 6 mill y, por lo tanto, hay más camareros que en la ciudad andaluza. Sin duda, es un gran logro de los barceloneses durante décadas de estabilidad que la independencia ha puesto en riesgo.

En Sevilla crece un 7% el empleo industrial. Las exportaciones andaluzas crecen en 2017 un 20% y tienen 1.500 mill de superávit comercial. Las exportaciones catalanas crecen 10% y tienen un déficit exterior de 10.000 mill.

La pregunta de los que ven a Catalunya como la maltratada será ¿qué producen los sevillanos? Principalmente aviones y drones. En Sevilla se creó CASA hace un siglo y hoy construyen el A400M de Airbus con el mayor robot de Europa para ensamblar la cabina y el fuselaje. Frente a la fábrica se creó Catec, que es un centro tecnológico con participación privada y pública de la Junta. La pasada semana un dron de Catec ha ganado el premio radar de innovación de la Comisión Europea. En palabras de la Comisión Catec es el mayor centro de innovación de drones de Europa.

3. Nadie quiere comprar los bonos de la Generalitat

Portugal y Andalucía desde el sur son las economías más dinámicas de Europa y por eso les suben el rating y los inversores compran sus bonos a tipos de interés bajos. El bono a cinco años de la Junta de Andalucía y de Portugal cotizan a 0,75% y están muy demandado por fondos internacionales. El de la Generalitat se puede comprar al 3%, pero es un precio teórico ya que no hay nadie que quiera comprarlo. De hecho, hay muchos inversores que están atrapados ya que querrían vender bonos catalanes pero no pueden por ausencia de compradores.

Con intereses bajos de la deuda pública los bancos pueden prestar a las pymes a tipos bajos y pueden crear más proyectos de inversión y crear nuevos empleos. En Catalunya, el rating de la deuda de la Generalitat está próximo a la de Grecia y sus tipos de interés son igual de elevados. Eso hace que los bancos presten más caro a las pymes (más aún tras la fuga de depósitos sufrida), que haya menos proyectos de inversión y menos creación de empleo.

4. Ada Colau y muchos catalanes deben despertar cuanto antes

O los catalanes despiertan el 21D del letargo de la crisis, olvidan los delirios independentistas y se centran en generar empleos de calidad en la era de la tecnología global o la precariedad generada por esta maldita crisis será crónica. Es lo que hemos hecho los españoles en los últimos cincuenta años y hemos demostrado que sabemos hacerlo. Pero necesitamos ser conscientes de la necesidad de cambio, hay que tener un plan, actuar rápido y liderazgo.

De momento, muchos catalanes no son conscientes que el mundo se mueve muy rápido (tampoco Ada Colau), no tienen un plan y muchas empresas se van de Catalunya (incluso podrían perder al Mobile World Congress). Van muy lentos y las encuestas anticipan un Parlament fragmentado, lo cual refleja falta de liderazgo y de proyecto que ilusione a una mayoría de catalanes y que facilite la gobernabilidad.

blog josé carlos díez

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