De una estructura determinada en lo material; pelo, piel, uñas, extremidades… De otra estructura determinada en lo psíquico; celos, tristeza, amor, autodestrucción… Un producto. Limitado en funciones. Limitado en duración. Con distintos acabados de serie: estándar, avanzado… Instruido en lo que le está y lo que no le está permitido. Diseñado para procurar su autoprotección. Dotado de un amplio y paradójico rango conceptual: infinitud, creación, destino, libertad, azar… Conocedor y desconocedor de su artificialidad. Ciego o preclaro según el pulsador. Siniestro o sublime. Práctico o suicida. Un producto. En tiempo real.
La entrada Artificiales aparece primero en El Captor - Economía y Opinión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario