jueves, 25 de octubre de 2018

Ahora o nunca

En mi entrada del mes pasado hablé de como el cambio climático es más que simple calentamiento global, ya que lo que está pasando es que estamos cambiando la propia dinámica del clima. Este mes vuelvo sobre el tema a raíz, en primer lugar, de la concesión del Premio Nobel de Economía (o como se diga correctamente) a William Nordhaus, de la cual ya se hizo eco NeG aquí, pero sobre todo a raíz de la aparición del informe del Panel Internacional sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) sobre Calentamiento de 1,5ºC. Aunque este informe tuvo bastante repercusión en prensa y medios (ejemplos aquí, aquí y aquí), tengo la sensación de que ha pasado sin pena ni gloria. Y no debería, porque es un informe muy serio, muy grave y que básicamente se puede reducir en las tres palabras del título del post: ¡Ahora o nunca!

El informe es muy exhaustivo y detallado, si bien contiene un resumen para los policymakers (nunca sé cómo traducir bien esta palabra al español sin decir "políticos") y un resumen en titulares. Aún resumida así la información, es mucha y aborda aspectos diversos del cambio climático, desde sus posibles (bueno, más que probables en muchos casos) impactos hasta medidas para intentar atajarlo. Así que lo que pretendo con este post es resaltar tan sólo algunos de los puntos que a mi juicio son de los más importantes del report, con el propósito de causar la mayor alarma social posible. Me saltaré cosas que ya creo más que evidentes, como el insistir en que las actividades humanas ya han causado un aumento de temperatura de 1ºC respecto a niveles preindustrial, para ir a los datos del informe realmente alarmantes. Manos a la obra:

En primer lugar, algo que parece evidente pero que el informe cuantifica, el impacto del cambio climático será menor si llegamos a aumentos de 1,5ºC que si llegamos a 2ºC como pide el acuerdo de París. Menos evidente, pero más en la línea de mi post del año pasado, es que los modelos predicen diferencias muy importantes en las características regionales del clima entre la situación de hoy y un aumento de 1,5ºC, y entre este y el de 2ºC. Estas diferencias incluyen incrementos de temperatura en la mayoría de (pero no todas) las regiones, precipitaciones extremas en varias regiones, y sequías en otras. En definitiva, un panorama muy complicado que 0,5ºC complicarán aún más.

En segundo lugar, es ahora o nunca como ya dije. El informe contiene el siguiente y revelador gráfico, que a vez si soy capaz de explicar bien:

La gráfica de arriba representa la evolución predicha del aumento de temperatura promedio global a lo largo de los años. El punto rojo y la línea vertical marcan 2017, que es el año de referencia del informe. En esa evolución se contemplan tres escenarios: el primero, líneas grises y barra gris al final, supone que las emisiones decrecen a cero en 2055 desde el nivel actual (línea gris en la gráfica b de abajo), y además se reduce la contribución de otros gases (non-CO2 radiative forcing, debido por ejemplo a metano u óxido nitroso) a partir de 2030. En este supuesto, la gráfica muestra que en 2100 es muy probable que el aumento de temperatura esté por debajo de 1,5ºC. Si en vez de llegar a cero emisiones en 2055 llegamos en 2040, ya estamos casi seguros de quedarnos por debajo de esa cota, pero si no se implementan medidas sobre el resto de gases en 2030 (gráfica d) entonces hay una gran probabilidad de que superemos el aumento de 1,5ºC. Atención, alarmado lector, insisto: todo esto suponiendo que como muy tarde en 2055 vamos a cero emisiones (con una reducción del 45% sobre el nivel actual en 2030) y a no aumentar más el CO2 acumulado en la atmósfera (gráfica c). Y ahora voy a citar textualmente el informe (la traducción es mía):

Los escenarios en los que se limita el calentamiento global a 1'5ºC con poco o nada de exceso temporal (overshoot) requerirían transiciones rápidas y de gran alcance en infraestructuras de energía, tierra y urbanas (incluyendo transporte y edificios), así como en sistemas industriales. Estas transiciones no tienen precedentes en términos de escala, pero no necesariamente en términos de velocidad, e implican reducciones de emisiones profundas en todos los sectores, un amplio abanico de opciones de mitigación y un aumento significativo de las inversiones en dichas opciones. 

O sea: que tenemos que ponernos las pilas ahora mismo, mejor dicho, ayer mismo. Como detalle adicional diré que estos escenarios suponen, además, una capacidad de eliminación de CO2, es decir, de retirar CO2 de la atmósfera, del orden de al menos 100 y quizá 1000 gigatoneladas a lo largo de este siglo. Esto es necesario para tener en cuenta que la reducción a cero nunca será cero, que hay emisiones residuales, y que si no las hay miel sobre hojuelas y pasamos a emisiones negativas. Por otro lado, el informe insiste en que evitar el overshoot, es decir, el pasarnos de 1,5ºC de aumento aunque al final en 2100 nos quedemos ahí, que es una situación peor, pasa por reducir las emisiones sustancialmente mucho antes de 2030, y no queda mucho tiempo hasta 2030.

Finalmente, hay que actuar inmediatamente, pero actuar no sólo nos va a permitir permanecer en aumentos de temperatura aceptables sino que tendrá muchos beneficios (y algunos efectos negativos). La gráfica que viene a continuación resume estos beneficios y perjuicios en el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU:

En las filas de la gráfica aparecen las distintas metas, y para cada una de ella se indican los efectos positivos (synergies) y negativos (trade-offs) con las actuaciones en el ámbito de la oferta de energía, la demanda de energía y el uso de la tierra. Los tonos más oscuros indican que el informe predice con más alto grado de confianza ese nivel de uno o de otro. Lo que vemos en general es que los efectos positivos superarán con mucha probabilidad a los negativos, destacando el impacto positivo sobre los objetivos 3 (salud), 7 (energía limpia), 11 (ciudades y comunidades), 12 (consumo y producción responsables) y 14 (océanos). En cuanto a los posibles problemas, se concentrarán en los objetivos 1 (pobreza), 2 (hambre), 6 (agua) y 7 (acceso a la energía), lo que requerirá un cuidado especial en estos aspectos tal y como indica el informe. En concreto, será necesario incrementar las inversiones en adaptación al y mitigación del cambio climático, diseñar nuevos instrumentos y políticas, acelerar la innovación tecnológica y promover cambios de comportamiento, entre otras medidas.

Para cerrar este necesariamente muy breve resumen del informe sobre Calentamiento Global de 1'5ºC, tan solo quiero volver sobre mi deseo de crear alarma social. Cada día está más claro que ni los gobiernos ni las grandes empresas, en particular las energéticas, van a hacer nada motu proprio para luchar contra el cambio climático, y cada día está más claro que sólo una presión monumental desde la sociedad les va a obligar a hacerlo. Tenemos ya un ejemplo en los Países Bajos, donde también este mes se ha confirmado la sentencia que obliga al gobierno neerlandés a tomar medidas contra el calentamiento global, impulsada por un grupo de ciudadanos. Y como hemos visto más arriba, el primer paso es haber reducido las emisiones un 45% en 2030, o sea, pasado mañana. Así que es ¡Ahora o nunca! para el planeta pero también es ¡Ahora o nunca! para la protesta y la presión. U obligamos a quienes tienen que actuar a hacerlo ya pero ya ya ya, o lo dejamos correr y nos vamos haciendo a la idea de que las vamos a pasar canutas, y sálvese quién pueda. No queda otra.



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