jueves, 17 de octubre de 2019

¡Ni por el forro, ni por el forro!

Puede que no haya una expresión más apropiada para rebelarse -en términos lingüísticos- contra los tiempos que corren. Piense usted en noticias relacionadas con encuestas electorales en las que “Vox se sitúa como tercera fuerza parlamentaria” y exclame a continuación: ¡Ni por el forro, ni por el forro! Piense usted en la posibilidad, siempre acechante, nunca descartable, de que PSOE y PP se digan “no, pero sí” para continuar siendo los titulares del monopolio democrático de España y exclame a continuación: ¡Ni por el forro, ni por el forro! Piense usted en ese sujeto bienintencionado pero estúpido explicando que ninguna idea justifica, en ningún caso, nunca jamás, incluso bajo ninguna circunstancia injustísima o de legítima defensa, el derecho a la manifestación en su más estricto sentido, y exclame a continuación: ¡Ni por el forro, ni por el forro! Piense usted en aquellos programas de entretenimiento que pretenden difundir ideas políticas recalcitrantes, estereotipadas y conservadoras  bajo un supuesto formato de televisión moderna, lúdica y festiva, y exclame a continuación: ¡Ni por el forro, ni por el forro! Piense usted en la posibilidad de que los políticos constitucionalistas alguna vez hayan antepuesto sus principios más humanos y viscerales a ese concepto eufemístico denominado “asuntos de estado”, y exclame a continuación: ¡Ni por el forro, ni por el forro! Piense usted en la corriente mediática que identifica la ley con un ente abstracto, sagrado, intocable, eterno, supremo, justo, bueno y bello situado por encima incluso de la armonía social y real de las personas y exclame a continuación: ¡Ni por el forro, ni por el forro! Piense usted en todos los que arguyen que los movimientos por la España vaciada, feminista o ecologista están modernizando y haciendo de España un país más desarrollado, igualitario o sano medioambientalmente hablando y exclame a continuación: ¡Ni por el forro, […]

La entrada ¡Ni por el forro, ni por el forro! aparece primero en El Captor - Economía y Opinión.



No hay comentarios:

Publicar un comentario