miércoles, 4 de marzo de 2020

¿Por qué se comportan las bolsas como lo hacen?

Estamos acostumbrados a oír expresiones como “las bolsas rebotan” o “según el análisis técnico tal acción romperá una resistencia o un soporte”, pero hace falta que nos preguntemos por qué se producen esos comportamientos característicos de las bolsas, y no siguen unos patrones más razonables. En primer lugar, si soy un gran inversor, puedo por mi volumen ejercer una influencia en la cotización de una acción. Comprando puedo, si consigo arrastrar al mercado, hacer que la acción suba, beneficiándome de ello, y, de la misma manera, si vendo masivamente puedo conseguir que la acción baje, habiendo vendido antes de que esto ocurra. Evidentemente esto conlleva ciertos riesgos que hacen que esta estrategia no siempre se cumpla. El comportamiento de las bolsas suele seguir un patrón empírico, es decir, muchas veces se produce así porque anteriormente así lo ha hecho, no porque haya una razón para ello. De esta manera, si las bajadas han sido importantes, lo normal, como suele ocurrir, es que haya unas sesiones de rebote, en que los precios se recuperen hasta cierto punto. Pero, ¿quién decide hasta qué punto rebotan las bolsas?, o ¿Cuándo rebotan las bolsas?, pues los “conocedores del mercado”, los que operan habitualmente en el mercado y conocen, por experiencia, cómo se comporta el mercado en distintas circunstancias y lo que es más probable que vaya a ocurrir. Esto hace que un inversor particular, ajeno al funcionamiento habitual del mercado bursátil, tenga menos probabilidades de ganar dinero que alguien que conozca el mercado. Y sobre todo, porque estos “conocedores del mercado” tienen convenciones propias, para coordinarse entre ellos y estar de acuerdo, solo para quienes conozcan estas reglas, de cuando hay que comprar o hay que vender. Esto se llama el análisis técnico. Así es, el análisis técnico es un análisis que indica cuándo […]

La entrada ¿Por qué se comportan las bolsas como lo hacen? aparece primero en El Captor - Economía y Opinión.



No hay comentarios:

Publicar un comentario